Francesco Totti fue uno de los jugadores más talentosos que entregó Italia en los últimos tiempos. Referente y máximo ídolo de la Roma, Il Capitano forjó toda su carrera en el club capitalino.
Ganador de 5 títulos con la camiseta que defendió toda su vida, también representó a su país en dos ediciones de la Copa del Mundo: en el de Asia 2002, donde la Azzurra llegó a los octavos de final, y el de Alemania en 2006, cuando la escuadra europea se coronó campeona por penales.
Luego de su retiro profesional, en 2017, Totti siguió demostrando su talento en diversos eventos de exhibición y fútbol amateur. Un ejemplo de ello es lo que improvisó en una de sus últimas apariciones públicas, donde se animó a ponerse los cortos y afrontar su desafío como si se tratara de un duelo profesional.
A pesar de su falta de movilidad y su actitud pasiva, el virtuoso atacante que brilló en sus días en Europa logró vengarse después de sufrir una de las peores humillaciones que sufrió en una cancha.
Tras observar cómo un rival lo eludió con una bicicleta innecesaria, el histórico atacante le tomó la patente y en la jugada siguiente improvisó un golazo de larga distancia que dejó al arquero sin posibilidades. Una obra de arte propia del jugador que dejó su nombre en la historia grande del fútbol mundial.
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