Choque de emociones en Amsterdam. Algarabía, desahogo, felicidad absoluta, éxtasis en el banco visitante. Desazón, incredulidad, desconcierto total en el local. El gol de Lucas Moura en tiempo de descuento inclinó la balanza para el Tottenham, que se impuso 3-2 después de ir 2-0 abajo en Holanda y se clasificó a la final de la Champions League por el gol de visitante.
El Brasileño Moura, después de su zurdazo implacable al segundo palo, corrió hacia el córner derecho con los brazos abiertos, como queriéndose estrechar con cada uno de los fanáticos de los Spurs que acudieron a esta cita.
Mientras tanto, los defensores del Ajax se derrumbaron al unísono, a excepción del argentino Lisandro Magallán, quien recién había ingresado y se quedó masticando bronca.
En tanto, Mauricio Pochettino ingresó al campo de juego y hasta llegó a faltarle el aire por lo que representó para su carrera esta victoria. Enseguida se tiró de rodillas y cayó desplomado, intentando centrarse y recuperar el aliento tras forzar sus cuerdas vocales.
Otra increíble velada vivió la Liga de Campeones de los milagros, que probablemente sea recordada como una de las más emotivas de la historia. Parecía imposible que en Holanda se registrara una remontada similar a la del Liverpool frente al Barcelona en Anfield, pero el fútbol dejó claro nuevamente que es materia de lo impredecible.
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