La Juventus gritó campeón por octava vez consecutiva en la liga italiana después de vencer por 2-1 a la Fiorentina de local con cinco fechas aun por disputarse, un logro que se vio empañado por la sorpresiva derrota que sufrió en los cuartos de final de la Champions League, competencia que aspiraba a ganar con la nueva incorporación estrella Cristiano Ronaldo.
Nada podrá hacer el Napoli, inmediato perseguidor de la Vecchia Signora en la Serie A. Con 67 puntos, por más que gane todos los enfrentamientos que le quedan no alcanzará las 87 unidades que cosecharon los de Massimiliano Allegri, quienes también se despidieron de la Copa Italia en cuartos de final al ser goleados por el Atalanta a fines de enero.
La Juventus arrancó con más decisión que contundencia en el inicio del partido después de la dolorosa derrota que sufrió ante el Ajax por Champions League. La Fiorentina fue víctima de la primera llegada clara de los locales a los cuatro minutos con un remate de Cristiano Ronaldo que se fue cerca del palo izquierdo.
Sin embargo, un minuto más tarde el "Viola" respondió y abrió el marcador dejando sorprendido a todo Turín con un centro atrás de Federico Chiesa para habilitar a Nikola Milenković que disparó sin la oposición de Wojciech Szczęsny, ya vencido.
Los de Massimiliano Allegri siguieron atacando por las bandas con Juan Cuadrado y Bernardeschi como protagonistas, pero sin poder buscar el espacio para definir con claridad. A los 33 la Fiorentina pudo haber estirado la ventaja después que Federico Chiesa estrelló un potente disparo en el poste derecho desde afuera del área.
Finalmente, tras tanto insistir, la Vecchia Signora encontró el empate desde un tiro de esquina de Pjanic al primer palo, que anticipó Alex Sandro. Antes del cierre del primer tiempo atacante el italiano del equipo visitante fue protagonista de un nuevo disparo que terminó golpeando el travesaño.
En el complemento la Juventus encontró el gol de la ventaja desde el inicio con un desborde de Cristiano Ronaldo y un pase atrás que rebotó en las piernas del argentino Germán Pezzella, lo que hizo desestabilizar a Alban Lafont, que nada pudo hacer para evitar el tanto.
Los locales no quisieron correr riesgos y buscaron desesperadamente el tercer gol que les diera la tranquilidad. A su vez, los dirigidos por Vincenzo Montella perdieron intensidad con el correr de los minutos y le cedieron más espacios al rival que no pudo aprovecharlos para estirar el marcador.
Con el triunfo ante la Fiorentina, la Vecchia Signora tiene un motivo para festejar por partida doble ya que también hizo historia en la Serie A al ser la primera institución en ganar ocho scudettos de manera consecutiva.
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