Barcelona está nuevamente en la semifinal de la Champions League y Lionel Messi disputará esa instancia por novena vez en su carrera en uno de los mejores momentos de su ciclo futbolístico. Los dos goles que le anotó al Manchester United para sentenciar la serie de cuartos de final generaron un sismo en sus rivales, que ahora acentuaron una pregunta que históricamente se formulan: ¿cómo harán para detenerlo?
"¿Cómo lo vamos a parar? ¡No tengo ni idea!", reconoció el propio Virgil van Dijk, el defensor del Liverpool que en diciembre del 2017 se transformó en la compra más cara de la historia para el puesto que ocupa.
"Ya lo veremos, pero todos tenemos que hacerlo", advirtió el marcador central holandés surgido del Groningen de su país y que luego vistió las camisetas del Celtic escocés y el Southampton de Inglaterra antes de arribar a los "Reds".
"Nunca debe ser un jugador contra otro determinado jugador. La única forma de defender bien es hacerlo todos juntos. Será difícil porque es el mejor jugador del mundo", declaró en el medio Viasport Football.
Van Dijk es un defensor destacado, pero también tiene presencia en el área rival. Anotó un tanto en el 3-1 del partido de vuelta de los octavos de final la Champions League ante Bayern Münich y celebró otro más en el 4-1 sobre Porto que liquidó la serie de cuartos de final.
El próximo 1 de mayo disputará en el Camp Nou el primero de los dos partidos que mantendrá el Liverpool ante el Barcelona por un boleto rumbo a la final del 1 de junio en el Estadio Wanda Metropolitano de Madrid.
Más allá de su elevado nivel, su nombre tomó notoriedad mundial cuando el Liverpool sacudió el mercado de pases y desembolsó 84 millones de euros para comprarle su ficha al Southampton. Su cifra superó a lo invertido por el Manchester City en esa época para adquirir a Aymeric Laporte (81 millones de dólares).
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