El Atlético de Madrid consiguió su objetivo: Ganarle al Celta y sumar puntos para acercarse a un Barcelona que empató contra el último de la tabla, el Huesca, sin goles. Además de los dos tantos del conjunto Colchonero, fue el arquero Jan Oblak el que se llevó parte del protagonismo con dos atajadas espectaculares.
A los 18 minutos, el cuadro visitante se imponía en el juego y buscaba el primer gol del partido con una jugada por derecha en donde al uruguayo Maximiliano Gomez le quedó un rebote a metros del área chica y disparó a colocar. El esloveno, bien parado, puso la mano para evitar el primer tanto.
Acto siguiente, la pelota quedó en el aire sin salir del área. Fue allí donde el francés Ryad Boudebouz tomó un nuevo rebote y remató de volea. Con unos reflejos a la altura de los mejores arqueros de Europa, Oblak se recompuso del primer tiro y volvió a responder con un nuevo puñetazo al tiro de esquina para salvar a su equipo.
Los elogios por parte de sus compañeros no tardaron en llegar. El ex jugador del Benfica evitó la apertura del marcador y le dio tranquilidad a sus compañeros, que posteriormente se encargaron de obtener la victoria con goles de Antoine Griezmann y Álvaro Morata a los 42 y 74 minutos.
Eso es Oblak. Menos cuantificable que los goles a favor o las asistencias, pero tanto o más importante que todo eso son sus paradas. Es ya habitual que la fase de construcción de cada triunfo del conjunto rojiblanco, cuando el encuentro va 0-0, requiera su intervención clave, como ocurrió por enésima vez contra el Celta.
Hubo una nueva ocasión en la que también fue protagonista, cuando se lanzó a ras de suelo al buen derechazo conectado por Boufal, incrédulo de nuevo ante la respuesta del portero, que encima convierte en un asunto rutinario una estirada compleja. Por sus paradas, el partido siguió 0-0 hasta la aparición determinante de Griezmann, que golpeó con un zurdazo de falta directa al borde del descanso (1-0).
No hay Liga desde hace una semana, por mucho que el Barcelona perdiera dos puntos en Huesca unas horas antes, pero sí hay segundo puesto para el Atlético, que insiste en una posición que, conforme ha avanzado la era Simeone, no sabe a mucho, porque las pretensiones son las máximas, pero que no hace mucho era un éxito incuestionable.
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