A los 31 años, Gerard Piqué se convirtió en uno de los principales referentes de un Barcelona que durante esta temporada irá por el ansiado triplete (Champions League, La Liga y Copa del Rey).
El marcador central fue uno de los pilares de Ernesto Valverde en la primera victoria en la historia de la institución culé en el Old Trafford. Con esa victoria por 1 a 0 los españoles acarician el pasaje a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Para el futbolista no fue un encuentro más, ya que regresó a un campo de juego que supo ser su casa durante sus inicios como profesional. Piqué defendió la camiseta de los Diablos Rojos entre 2004 y 2008, en donde ganó una Premier League, una Supercopa de Inglaterra y una Champions League.
En diálogo con Daily Mail, el defensor rememoró su paso por Inglaterra y contó la pesada broma que sufrió en sus primeros días. "El alto nivel de bromas es claramente algo que echo de menos de mi época en el Manchester. Era muy divertido. Me encanta el humor inglés, el humor negro es brillante", esbozó.
"Cuando llegué allí, un día fui a entrenar con una camisa nueva que me parecía muy bonita. Lo siguiente que vi cuando entré en el campo de entrenamiento fue uno de esos muñecos que se ponen para practicar los tiros libres con mi camisa. Había llovido y estaba llena de barro, la camisa terminó hecha un desastre. Tenía 17 años, nunca lo olvidaré", develó.
Durante la entrevista, Gerard Piqué también señaló a Sir Alex Ferguson y Rio Ferdinand como dos personas que lo marcaron y fueron fundamentales durante su paso por el United. "Aprendí mucho de Ferdinand: su posición, liderazgo y aprobación fueron las tres cosas que admiraba. Me ayudó a mejorar. En mi opinión, fue el mejor defensor central de la Premier League", relató.
Con respecto al entrenador, sostuvo: "Hizo muchas cosas importantes por mí. Antes de firmar por el United mi nivel de inglés no era muy bueno y él hizo todo lo posible para que yo le entendiera. Fue bastante difícil porque su acento escocés es muy fuerte y habla muy rápido, por lo que al principio no podía entenderle demasiado en las charlas de equipo, pero se dio cuenta y decidió pasar más tiempo conmigo. Estoy muy agradecido por eso. Ves a muchos jugadores jóvenes fallando cuando salen al extranjero, pero tal vez no tengan un hombre como Sir Alex para ayudarlos. También fue muy comprensivo cuando tuve la oportunidad de regresar a Barcelona, pudo ver que yo era sincero. Respecto a su operación, le expresé mi felicidad porque todo hubiera salido bien. Él ha sido una figura clave, como un segundo padre, en mi carrera y siempre le desearé lo mejor en la vida".
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