La Fecha 31 de la Liga española será un punto de inflexión en la lucha por el título. En uno de los encuentros más atractivos de la temporada, por la calidad de los protagonista, su posición en la tabla y lo que se ponía en juego, el Barcelona se impuso 2-0 al Atlético Madrid en el Camp Nou y allanó su camino hacia el título.
El partido inició con mucha tensión, ya que el brasileño Diego Costa en solamente 6 minutos había golpeado con el codo a Lenglet. El árbitro Gil Manzano decidió no sacar tarjeta pero el ámbito empezó a caldearse y el atacante nacionalizado español avisaba lo que vendría después. Mientas, el elenco culé conseguía su primera aproximación clara: Jordi Alba, asistido por Messi, remataba a portería y su disparo daba en el palo a los 13 minutos.
Unas jugadas más tarde, Jan Oblak le tapó de forma descomunal un mano a mano a Coutinho. El Atlético no la pasaba bien y para colmo se quedaba con un hombre menos porque Diego Costa insultaba al árbitro y veía la tarjeta roja.
El equipo de Simeone, quien tras quedarse con uno menos sacó al colombiano Santiago Arias y puso al argentino Ángel Correa para reacomodarse, empezó a sufrir la inferioridad numérica pero el Barça no podía abrir el marcador. La primera mitad acabó 0-0.
Para el segundo tiempo, Simeone quiso arriesgar y sacó a Felipe Luis para que ingrese Álvaro Morata. El entrenador argentino colocó al mediocampista Saúl Ñíguez de lateral izquierdo y armó un 4-2-3 con dos volantes jugando de marcadores de punta, ya que Thomas se había colocado sobre la derecha tras la expulsión de Costa.
A todo eso, Valverde cambió a Arthur por Malcom para ir en busca del gol pero Jan Oblak era cada vez más figura: le negó un gol a Luis Suárez y tapó bien dos disparos de Messi que tenían destino de red.
Pero la resistencia de Atleti llegó a su fin con un disparo inatajable de Luis Suárez a seis minutos de cumplirse el tiempo reglamentario. El uruguayo disparó desde afuera del área con mucho efecto y un balón que parecía que se iba por línea de fondo hizo la comba perfecta y acabó en gol. Dos minutos después, Messi aprovechó que el Atlético estaba entregado y firmó el 2-0 final. Ambos son los máximos goleadores de la Liga y en el acumulado suman 53 goles: el argentino tiene 33 y el charrúa 20.
Los catalanes llegan ahora tienen 11 puntos de ventaja sobre su escolta y encaran la recta final del campeonato con una buena diferencia a su favor.
De todas formas, tienen que cambiar el chip porque el próximo miércoles viajan a Inglaterra para enfrentar al Manchester United por la ida de los cuartos de final de la Champions League. También jugarán la final de la Copa de Rey ante el Valencia el mes que viene. Este Barça tiene hambre de triplete.
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