Los fanáticos del Barcelona tuvieron 100 días para elegir al mejor gol de la historia del club. Se preseleccionaron 64 y hubo más de medio millón de votos: los resultados de la encuesta se dieron a conocer ayer y el podio de mejores conquistas tuvo la firma de Lionel Messi.
El que el argentino le convirtió al Getafe por Copa del Rey en la temporada 2006/2007 tuvo el 45 por ciento de los votos y fue señalado como el más destacado. "Quiero agradecer a toda la gente que eligió mi gol como el más lindo. Agradecer por este regalo y por seguir metiéndome un poquito más en la historia de este club", manifestó la Pulga tras develarse la votación.
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Sin embargo, en una entrevista concedida a FM 947, donde rompió el silencio y habló por primera vez de la selección argentina luego del Mundial de Rusia 2018, Messi aclaró que él se hubiera quedado con algún otro. Y fue específico: "El que le hice al Real Madrid en el Bernabéu por las semifinales de la Champions (2010/2011) está entre mis elegidos. También podría sumar el de cabeza al Manchester United. Elijo por importancia más que por belleza aunque los otros también hayan sido lindos".
Aquel 27 de abril de 2011 en Madrid, escribió una página dorada en la historia del Barça. Ya había puesto el 1-0 parcial tras un centro del holandés Ibrahim Afellay, pero Leo tenía algo más para ofrecer en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones.
Cristiano Ronaldo fue testigo de lujo del inicio de la jugada. Messi tomó el balón en el contorno del círculo central y dejó en el camino a Lassana Diarra y Xabi Alonso. Sergio Busquets, más que una pared, detuvo el balón y sólo atinó a correrse para abrirle paso al argentino, que encaró de frente a los centrales Sergio Ramos y Raúl Albiol. Se recostó sobre la derecha y justo antes de ser cerrado por el brasileño Marcelo y Ramos, definió de derecha, al segundo palo de Iker Casillas.
Corría el minuto 87 y ese golpe fue letal en la serie. La revancha en el Camp Nou terminó 1-1 y ahí se concretó la clasificación de los catalanes a la final de la Champions. Unas semanas después, el trabajo se coronaría con el triunfo frente al Manchester United de Alex Ferguson en Wembley. Y allí Messi también aportaría su cuota goleadora para el 3-1 definitivo.
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