Mauro Icardi volvió a entrenar con Inter tras 36 días: la clave para destrabar el conflicto

Aunque la novela sobre el futuro de Mauro Icardi aún continúa (no llegaron a un acuerdo sobre la renovación del contrato), hoy se dio un paso importante tras el tratado de paz firmado ayer entre el director deportivo del Inter, Giuseppe Beppe Marotta, y el abogado Paolo Nicoletti, el intermediario elegido por Wanda Nara.

Luego de 36 días, en los que el delantero rosarino se dedicó a realizar trabajos de fisioterapia a raíz de una molestia en una de sus rodillas, el rosarino trabajó en Appiano Gentile junto al resto de sus compañeros bajo las órdenes de Luciano Spalletti.

Aunque faltaron varios futbolistas debido a que fueron convocados por sus respectivas selecciones para disputar amistosos durante la Fecha FIFA, lo que suceda en los próximos días marcaría el futuro de Icardi, ya que la prensa italiana asegura que mantiene una mala relación con una parte del vestuario. Sus detractores son denominados como el Clan Slavo (Handanovic, Mario Brozovic e Ivan Perisic).

Además, el entrenador, en reiteradas oportunidades, se manifestó en contra del argentino y su decisión de no entrenar junto al plantel.

Según comunicó la propia institución, los 11 jugadores trabajaron juntos en el gimnasio y luego se dirigieron al campo de juego. En ese momento Icardi no estuvo junto al resto de sus compañeros y Spalletti, ya que el club le colocó un preparador físico para ponerlo a punto para su regreso (podría ser el domingo 31 de marzo en el choque ante Lazio).

La prensa italiana asegura que la clave para destrabar el conflicto fue la charla que mantuvo Icardi con el presidente Steven Zhang en la previa al derby ante Milan.

"Nunca le he faltado el respeto a nadie, nadie se ha quejado nunca de mi profesionalismo o mi comportamiento. Retirarme la cinta de capitán fue una humillación inútil", esbozó el argentino según el diario Repubblica.

Pese a iniciar la charla de manera confrontativa, Icardi cedió ante la negativa del mandatario chino, quien afirmó que no se meterá en la decisión que tomó Spalletti de quitarle el brazalete para dárselo a Samir Handanovic. El delantero tomó una postura "más condescendiente" y llamó a Nicoletti para "firmar la paz" y volver a las prácticas.

No obstante, lo que suceda una vez finalizada la temporada sigue siendo un misterio. Uno de los rumores que más fuerte suena por estas horas en Italia es el posible trueque con Juventus entre Paulo Dybala y Mauro Icardi.

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