Era una promesa del FC Barcelona, jugó con Lionel Messi, pero una lesión le cambió la vida

Pol Calvet pasó ocho años en el club escalando divisiones, al punto de llegar a compartir entrenamientos con la generación de oro culé, hasta que a los 23 años decidió ponerle punto final a su carrera futbolística

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Pol Calvet ingresó a La Masia en 2007
Pol Calvet ingresó a La Masia en 2007

Existen los que se salvaron económicamente, los que lograron celebrar algún título con su equipo, los que consiguieron ser protagonista en su club, los que alcanzaron a jugar en Primera y los que quedaron en el intento por distintos motivos, entre otras tantas categorías que agrupa el mundo del fútbol profesional.

Sin dudas, Pol Calvet pudo haber entrado en la mayoría de ellas, sin embargo, hoy se coloca en la última después de formar parte del Barcelona desde los 13 años. Tenía todo lo necesario para pelear por un puesto en la plantilla de la Primera División, pero una lesión acabó con su carrera futbolística.

Lejos de sumergirse en la depresión, se aferró a su otra faceta, la académica, y utilizó sus habilidades con el balón para sacar provecho de ello. En una entrevista con Infobae, detalló cómo vivió ese difícil momento y cómo llegó a convertirse en un empresario de una reconocida compañía en Barcelona con 24 años.

Con 24 años es empresario de la Beach Soccer Worldwide
Con 24 años es empresario de la Beach Soccer Worldwide

Pol había nacido con una habilidad innata para el fútbol, a tal punto que a sus 13 años el Barcelona se fijó en él y le ofreció un lugar en la histórica cantera azulgrana: "Cualquier jugador o persona que haya pisado La Masía ya es un afortunado. Yo tuve la suerte de que me hayan llamado para poder ingresar en las categorías inferiores".

"Mi evolución fue cada vez mayor y cada vez aspiraba a conseguir mayores retos futbolísticos. Podríamos decir que mi pico fue a los 17 años. En ese momento cambié mis prioridades", detalló Calvet, que alcanzó a vestir la camiseta de la Selección española sub-16 y sub-17.

Su nivel era tan prometedor que alcanzó a disputar una serie de entrenamientos con la generación dorada de aquel entonces (2011), encabezada por Pep Guardiola: "Lo tengo grabado. El primer entrenamiento que hice fue a los 17. Fue algo realmente único. Tener la posibilidad de compartir cancha con jugadores como Leo Messi, al que ves cada fin de semana haciendo cosas de otra galaxia, es algo que impresiona".

Pero algo comenzaba a andar mal sin que él lo supiera. A partir de allí empezaron los problemas. Él aún estaba en su etapa como juvenil cuando empezó a sentir unas pequeñas molestias en su pierna derecha.

Calvet, junto con Dani Alves en un entrenamiento
Calvet, junto con Dani Alves en un entrenamiento

"La lesión no fue de un día para el otro, fue un problema muy grave en el que recaí hasta que finalmente me tuve que operar", se lamenta el joven ex mediocampista, que poseía características similares a las del juego de Ivan Rakitic. "La operación tampoco fue de un día para el otro y eso también fue algo que me trajo consecuencias en el proceso de recuperación".

El español había sufrido un desgarro en el tendón isquiotibial de la pierna derecha, en donde se insertan los tres músculos del grupo. Eso, sumado a un problema neuromuscular, limitaron sus condiciones a la hora de volver: "Estaba bastante maltrecho", recuerda.

Fue casi un año lo que le llevó la recuperación en la que, a pesar de no tener una relación de amistad, Xavi, Andrés Iniesta y Carles Puyol lo acompañaron en el trayecto: "Esa parte humana del grupo de jugadores creo que es algo indescriptible. Apenas me conocían, me veían entrenar pero no tenían la necesidad de ayudarme, no teníamos relación más allá del hecho de compartir de vez en cuando un entrenamiento".

Dos imágenes junto a Xavi Hernández
Dos imágenes junto a Xavi Hernández

En 2015 volvió a pisar un terreno de juego, pero ya no era el mismo. Tras un año en el que alternaba con la suplencia, el joven de 22 años decidió desvincularse del Barcelona B y firmar por el Deportivo la Coruña: "Cuando salí del Barcelona tenía la esperanza de seguir siendo profesional. No estaba al mismo nivel físico de los años anteriores pero quería probar en la Primera División española. Fue así que fiché por el filial del Depor, pero no pude dar el paso al primer equipo porque había demasiados jugadores y no daba el nivel. Me ofrecieron seguir en el filial pero yo lo tenía claro: era tirar para arriba o alejarme del fútbol", asegura.

Calvet, que tuvo que pasar por el quirófano dos veces, comprendió que ese fue "el momento en el que desperté del sueño… De lo que es la vida del futbolista, que a veces es medio irreal porque vives es una burbuja. Quizá, si hubiese tenido la misma vigorosidad física que antes de la operación, hubiese alargado mi tiempo como jugador. Pero hubo un momento en el que dije 'no quiero arrastrarme como jugador' y hasta ahí llegué".

Una de las instancias de recuperación en el Barça
Una de las instancias de recuperación en el Barça

Sin embargo, aquel año de recuperación le sirvió para pensar en su futuro, él sabía que tenía que tener un plan B: "Cuando vi que no podía quedarme en el primer equipo del Depor, pensé en utilizar el fútbol para vivir otras experiencias. Cuando salí de la Coruña, ya tenía en mente ir a Estados Unidos".

El español, que había pasado casi nueve años en el fútbol formativo del club azulgrana quería aprovechar lo que le quedaba de potencial deportivo para fortalecer su parte académica.

"Estaba acabando los estudios universitarios de Administración de Empresas en Barcelona e hice lo posible para poder terminar en los Estados Unidos, aprovechando una situación ventajosa para mí que, por ser bueno jugando al fútbol, podía obtener una beca y estudiar en la misma universidad (de Pittsburgh).

Tenía un estilo similar al de Iván Rakitic
Tenía un estilo similar al de Iván Rakitic

Sus habilidades, lejos de ser las mismas que antes de la operación, le bastaron para que en marzo del 2018 los LA Galaxy se fijaran en él: "Hice una buena campaña futbolística en la Universidad, me sentía importante, y de allí me seleccionaron entre los mejores de la liga y posteriormente me citaron al draft para realizar una pretemporada".

"La MLS era una liga en la que podía encajar con un nivel accesible, no era como la Primera División española, que requiere de una preparación altísima. Pero después de jugar contra el NY City de David Villa, vino el entrenador y me dijo que tenía que dejar el equipo porque la ficha que yo ocupaba como extranjero la tenía que liberar por un futuro fichaje. Tuve que abandonar el club".

Ese fue el punto final a lo que a fútbol se refiere: "Cuando decidí dejar de jugar me centré en lo que fue mi carrera como administrador de empresas", fue ahí donde encontró su nuevo "yo".

Desde octubre del 2018, Pol Calvet forma parte de la Beach Soccer Worldwide, una empresa radicada en Barcelona que se encarga de organizar de forma oficial el fútbol playa de todo el mundo. Él se centra en el manejo de los patrocinios y sponsors de la entidad: "Veo que crezco, me gusta lo que hago y estoy bien. Es un buen sitio para empezar en el mundo de las empresas relacionadas con el deporte", considera.

La mezcla de sus pasiones: su trabajo y la casaca blaugrana
La mezcla de sus pasiones: su trabajo y la casaca blaugrana

Con 24 años Pol Calvet reconoce que extraña jugar al fútbol, pero también advierte que hay un día en el que se acaba. "A mí me pasó a los 23 pero los futbolistas más exitosos, a los 35-36 ya están acabados también, y si no tuvieron la suerte de conseguir hacer un colchón económico, que hay muy pocos que han podido hacerlo, deberán tener un plan B".

Hoy, el ex jugador del Barcelona mira los partidos de Ernesto Valverde como un fanático más, pero no se sorprende con los espectáculos que brinda cada día Lionel Messi: "Es algo sobrenatural. Hay muchos jugadores que pueden ser buenos o muy buenos, pero luego está Leo que es como la perfección personificada. Todo lo hace bien, todo: controles, pases, orientación del cuerpo, dirección, intuición, el disparo, la velocidad, el freno. Todo lo hace bien. Cuando hay un jugador perfecto… tuve la oportunidad de verlo en persona y soy un agradecido".

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