La derrota 4-1 ante el Ajax por la Champions League que significó la eliminación en octavos de final del Real Madrid del certamen en su estadio, fue mucho más que sólo una simple caída. Tras el pitazo final, en el vestuario local se armó un escándalo que fue destapado hoy por los principales medios españoles.
El conjunto blanco perdió en una semana tres partidos en el Santiago Bernabéu que lo marginaron de los tres títulos en disputa, por lo que en marzo ya no tiene ningún objetivo por delante. Por Copa del Rey el Barcelona le ganó 3 a 1, luego, el sábado, el cuadro catalán volvió a superarlo, esta vez 1-0 por la Liga, logrando una diferencia de 12 puntos a falta de 12 jornadas, y finalmente fue el Ajax el que lo remató al sacarlo de la Champions League.
Una vez que el árbitro pitó el final, los jugadores y el cuerpo técnico se retiraron al vestuario en donde se encontraron con Florentino Pérez.
Según publicaron AS y Marca, el presidente del club culpó al plantel por lo sucedido en el terreno de juego y en la temporada. Eso motivó a Sergio Ramos, capitán y emblema del equipo, a contestarle para defender a sus compañeros.
El zaguero le planteó al máximo dirigente que la culpa no era solo de los futbolistas, sino que él mismo le había advertido que debían contratar a un delantero, por la ausencia de Cristiano Ronaldo.
Este comentario hizo estallar a Pérez quien amenazó a Ramos con romperle el contrato, a lo que el defensor "habría contestado con un reto, diciendo algo así como que le pagase lo que le resta de contrato y que él se iba con la cabeza alta".
Quienes presenciaron esta discusión fueron el cuerpo médico y técnico, encabezado por Santiago Solari. El argentino podría además estar transitando sus últimos días como entrenador del Real Madrid ya que la pésima temporada generaría su salida, según adelantan los medios ibéricos. Sus reemplazantes podrían ser desde Zinedine Zidane hasta José Mourinho, ambos con experiencia en el cargo.
Ramos no pudo jugar el duelo ante el Ajax por haber estado suspendido. El español se hizo amonestar en el duelo de ida para perderse la revancha creyendo que sus compañeros sostendrían la ventaja obtenida en Holanda por 2-1. La estrategia finalmente no le salió como esperaba e incluso la UEFA lo sancionó con otro partido más por su actitud.
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