La disputa entre Mauro Icardi e Inter atraviesa un momento clave, ya que la reunión que mantuvieron ayer los principales protagonistas de esta novela podría marcar un punto de inflexión. Algunos medios italianos, incluso, se animan a asegurar que se firmó una especie de "tratado de paz".
En la sede de Vittorio Emanuele que posee el club italiano se vieron las caras Beppe Marotta (director deportivo del nerazzurro), Mauro Icardi, Wanda Nara (pareja y agente del goleador) y el abogado Paolo Nicoletti.
En este encuentro el club lo catalogó como "una reunión cordial, destinada a encontrar una solución al interés de todas las partes involucradas", Nicoletti cumplió un papel clave.
El ex comisionado adjunto de la Serie A y de la Federación Italiana de Fútbol siempre fue una figura cercana a la institución. Wanda le pidió un consejo a Massimo Moratti para desbloquear esta situación y el ex presidente le acercó el nombre del mencionado letrado (en el pasado trabajó durante un conflicto con el brasileño Ronaldo).
Aunque del lado del futbolista volvieron a solicitar por la devolución de la cinta de capitán (actualmente le pertenece al arquero Samir Handanovic) y que no se lo catalogue como un jugador "descarado", según La Gazzetta dello Sport Icardi habría accedido a volver a entrenar a la par del grupo y no se descarta una posible vuelta en el Derby ante Milan.
No obstante, en la cabeza del goleador aún continúa la idea de reunirse cara a cara con el presidente chino Steven Zhang cuando retorne a Italia para saber, de la boca del principal mandatario, los motivos que llevaron a Inter a quitarle el brazalete.
Corriere della Sera, por su parte, aporta que Mauro Icardi ha tenido un gesto que podría ser vital para recomponer la armonía del vestuario. El martes almorzó con el plantel en Appiano y habría mantenido una reunión con un grupo importante de futbolistas, en los que habrían estado los cabecillas del Clan Slavo: Ivan Perisic, Mario Brozovic y Samir Handanovic.
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