El Real Madrid había sido superior, había generado más situaciones de gol y merecía ponerse en ventaja. Pero casi sin quererlo el Barcelona marcó el 1 a 0 con un tanto del uruguayo Luis Suárez, en un contragolpe aislado que manejo Ousmane Dembelé, y estiró la diferencia 19 minutos más tarde cuando Raphael Varane la metió en propia puerta.
Esto provocó el fastidio de Sergio Ramos, capitán del conjunto local, a quien si algo le faltaba era que, además, el elenco culé convirtiese el tercero de la manera en que lo hizo.
Casemiro derribó a Suárez en el área a los 73 minutos, y el delantero sudamericano se hizo cargo de la definición. A pesar de que se perfiló para rematar cruzado de derecha, el goleador acarició el balón y picó la definición ante la mirada del costarricense Keylor Navas que había elegido el palo derecho.
Tras el tanto, que transformó la victoria en goleada y selló la clasificación del conjunto catalán que ya está en la final de la Copa del Rey, Ramos explotó. La transmisión enfocó el momento en el que central insulta a sus compañeros y se lee en sus labios: "La puta madre".
Afortunadamente para Ramos, el Madrid tendrá revancha pronto. Este sábado, nuevamente en el Santiago Bernabéu, recibirá a Barcelona por la jornada 26 de La Liga. Un triunfo colocaría al conjunto dirigido por Santiago Solari a seis puntos de la escuadra catalana, líder del certamen.
Con el triunfo, el equipo azulgrana accedió a su sexta final de Copa del Rey consecutiva e irá nuevamente por el título que ha conseguido de manera ininterrumpida desde la temporada 2014/15. La última vez que perdió una definición fue en 2014, justamente ante el Real Madrid.
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