El gol de Sergio Agüero
El empate 1-1 de Bentaleb
El segundo gol de Bentaleb para el 2-1
El tiro libre de Sané para el 2-2
El gol sobre el final de Sterling
Schalke 04 y Manchester City protagonizaron un partido sensacional en su llave de octavos de final de Champions League en Gelserkirchen. El equipo inglés se impuso por 3 a 2, a pesar de estar con un hombre menos por la expulsión de Nicolás Otamendi y cosechó un triunfo clave de cara a la revancha.
El partido se abrió a los 18 minutos. Tras un trámite parejo en la mitad del campo de juego, pero con el visitante más volcado al ataque, el equipo de Josep Guardiola aprovechó una mala salida del rival para gritar el 1 a 0. Salif Sané recibió en una salida del fondo de espaldas a la cancha y de frente a su arquero, ésto le impidió advertir que detrás suyo estaba Raheem Sterling, quien le birló el balón y se lo cedió a Sergio Agüero para que el "Kun" defina sólo con el arco a su merced.
La gran polémica del partido llegó en el minuto 32, cuando un remate de media distancia impactó el brazo izquierdo de Nicolás Otamendi y el árbitro, tras revisión de VAR, cobró penal. Tras la demora de casi cinco minutos que implicó la decisión, Nabil Bentaleb cambió la tiro por gol y estampó el 1 a 1.
Diez minutos después y casi sin quererlo, el Schalke 04 se encontró con otro penal. Fernandinho derribó en el área a Sané en un tiro libre y el juez, que esta vez no necesitó ayuda de la tecnología, cobró penal. Nuevamente, Bentaleb lo cambió por gol y estableció el 2-1.
La mano de Nicolás Otamendi que derivó en el primer penal del partido
En el complemento, el local se replegó en e campo de juego y achicó los espacios del Manchester City, que si bien en un primer momento salió con una actitud diferente y buscó ser más vertical, a los pocos minutos se frustró y volvió a la fórmula de tocas hacia los costados para encontrar algún espacio. Esto ahogó a Agüero, quien por momentos se encontró rodeado de hasta cuatro contrincantes y sin opciones. Bernardo y Kevin De Bruyne fueron los que más insistieron, pero sus intentos no progresaron y terminaron siendo cortados por la férrea defensa de la escuadra germana.
Como si todo esto fuera poco, Nicolás Otamendi se fue expulsado por doble amonestación a los 22 minutos y dejó con 10 hombres a su equipo. Guardiola tuvo que gastar un cambio para ordenar a sus defensores y mandó al terreno de juego a Vincent Kompany, en lugar del capitán, David Silva.
Cuando restaban 12 minutos, el entrenador mandó a la cancha a Leroy Sané en lugar de Agüero y justamente él el encargado de gritar el empate. El alemán se hizo cargo de un tiro libre al borde del área a los 84 minutas y con un zurdazo al ángulo le marcó a su ex equipo.
Lo que parecía imposible, finalmente ocurrió. El Schalke 04 se durmió y una pelota larga dejó a Raheem Sterling sólo cara a cara con el portero. El inglés definió al segundo palo y sentenció el 3-2 final que le da un respiro enorme al Manchester City.
La revancha será el 12 de marzo en Inglaterra y el Schalke 04 quedó obligado a ganar con una diferencia de dos goles o más para pasar de ronda o imponerse con una ventaja mínima pero con tres goles a favor paras estirar la definición al alargue.
Formaciones
Estadio: Veltins-Arena
Árbitro: Carlos Del Cerro (España)
Instancia: ida de octavos de final
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