El reloj marcaba las 11:20 a. m. del jueves 10 de enero en el campo de entrenamiento de Derby County cuando los encargados de la seguridad del sitio notaron algo raro. Un rostro desconocido y sospechoso. Llamaron a la policía del condado. Seis días más tarde, aquel suceso todavía tiene a Marcelo Bielsa en el ojo de la tormenta.
Todo comenzó con la detención de un hombre en las inmediaciones del centro de entrenamiento del Derby que actuaba "de manera sospechosa". Era un integrante del cuerpo técnico del Leeds, el líder de la segunda división inglesa y rival en la próxima fecha del equipo en cuestión.
"Es verdad, había alguien del Leeds ahí. La responsabilidad por este incidente es mía", reconoció el entrenador argentino. El tema estaba lejos de terminarse.
Antes del partido correspondiente a la 27.ª fecha del torneo, Marcelo se reunió en secreto con Frank Lampard, técnico del Derby. Solo ellos saben qué ocurrió allí, aunque no hubo un punto de acuerdo. "No importa si es legal o no, si está bien o mal. Para mí es suficiente el hecho de que Lampard y el Derby County se hayan sentido molestos para demostrar que no actué bien. Hablé con Frank y me dijo que no respeté a su club. Yo no lo veo así, pero lo importante es cómo piensen él y su club", advirtió el entrenador de 62 años.
El ex Chelsea, lejos estuvo de aceptar la explicación de Bielsa y explotó ante las cámaras: "No me importa si es cultural. Si tengo posibilidades de viajar más adelante en mi carrera, entonces trataré de descubrir cuál es la manera de actuar en el país que me toque y la respetaré. Creo que esa es una manera correcta de actuar, no solo en el fútbol, sino en la vida".
La tensión creció al punto tal que el presidente del club debió reunirse con su par del Derby County para pedirle disculpas por lo acontecido, y por los canales oficiales se emitió un comunicado reprochando el accionar del Loco: "El club trabajará con el entrenador y su cuerpo técnico para recordarles de la integridad y honestidad con la que el Leeds United construyó sus cimientos".
Las últimas horas fueron confusas en la ciudad ubicada a 74 kilómetros de Manchester. Bielsa llamó a una conferencia de prensa de urgencia y la especulación indicaba que podría presentar su renuncia. Nada de eso ocurrió. Se hizo cargo del episodio nuevamente y redobló la apuesta: "Lo que he hecho no es ilegal. Podemos discutirlo, no se ve como algo bueno, pero no es una violación de la ley".
Mientras tanto, mostraba un sistema de investigación que tienen con información de los otros 23 equipos de la categoría y aceptaba que hizo trabajos de inteligencia sobre todos sus contrincantes. El Loco subió la apuesta en un caso sensible para el fútbol inglés y dejó en claro que este no será el último capítulo del SpyGate.
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