*Las declaraciones de Julián Álvarez luego de su compromiso en la Champions League
En un final de película, para el recuerdo, el hincha de Boca grito más campeón que nunca al mismo momento que Miguel Borja convertía el segundo gol de River y el adversario de toda la vida le confirmaba la llegada de su estrella 73. Seguramente aquellos de los 54 mil privilegiados que estuvieron en Brandsen 805 no se olvidarán nunca de ese final tenso, teñido de la pasión que solo puede dar el fútbol, con el corazón en La Bombonera y la cabeza en Avellaneda.
A la distancia, Julián Álvarez fue otro de los protagonistas que siguió las acciones de la última fecha de la Liga Profesional. Y después de su compromiso por la Champions League frente al Borussia Dortmund, el delantero del Manchester City reveló lo que vivió desde el Reino Unido. “Armani estuvo bien en atajar el penal. Hay que ganar todos los partidos, como lo exige el club. Si bien fue una definición difícil, River exige ganar siempre y está muy bien que haya ganado”, deslizó el cordobés en la zona mixta luego del empate sin goles de los Ciudadanos en Alemania.
En relación a la ayuda que el Millonario le dio al Xeneize por su triunfo en el Cilindro de Avellaneda frente a Racing, la Araña remarcó que “son cosas del fútbol”. “Creo que está muy bien lo que hicieron mis compañeros de River Plate. Los banco en esa”, argumentó.
Más allá de valorar la mano del rival de siempre, después se lo recordó en los cantos a la hora del festejo. Es que el folklore del deporte más popular del planeta no sabe de “agradecimientos” a la hora de las rivalidades clásicas.
Los últimos minutos del domingo fueron para que no aguantara ningún corazón, se sufría en los dos lados, el hincha Boca festejaba el penal que contenía Franco Armani y cada atajada del arquero de la selección era celebrada como propia. Es que después del empate de Borja que ponía las cosas 1 a 1 en el Presidente Perón, al minuto llegó la igualdad de Independiente desde la cabeza de Javier Vallejo ante un error de Agustín Rossi que demostró que a veces puede fallar. Luego llegó el histórico penal que desaprovechó Jonathan Galván y en el final el gol del colombiano selló el título boquense. El mismo que alguna vez Juan Román Riquelme quiso contratar le dio la alegría al pueblo azul y oro.
Cuando Darío Hererra marcó el final al mismo tiempo que Pablo Echevarria el desborde de Hugo Ibarra y todos los protagonistas del Xeneize se desahogaron con un cierre para la historia. Boca fue campeón gracias a la complicidad de su eterno rival.
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