Gaspar Servio, arquero de Rosario Central, y Ramiro Carrera, una de las figuras de Atlético Tucumán, tuvieron un áspero cruce sobre el final de un encuentro electrizante disputado en el estadio Monumental José Fierro.
El guardameta arremetió contra el volante del Decano por el penal que le atajó sobre el cierre del partido y que le hubiera permitido al conjunto tucumano ganar para quedar a solo un punto de la cima de la Liga Profesional que está en poder de Boca Juniors.
“Hay que tener huevos para patear un penal decisivo”, disparó Gaspar Servio en referencia a Ramiro Carrera. “Para patear un penal hay que tener huevos si querés ser campeón”, arremetió el arquero a su adversario a través de las cámaras de ESPN.
Ambos jugadores habían tenido un encontronazo minutos antes, cuando el volante de Atlético Tucumán se paró para rematar el penal. En ese instante hubo un cruce de palabras que el propio Servio reveló. “Fijate que ustedes no se juegan nada y nosotros peleamos el campeonato”, expresó Carrera según lo expresado por el guardameta.
Una vez concluido el partido, ambos volvieron a estar cara a cara e incluso el volante del Decano le tiró un cachetazo a su rival canalla. La situación no pasó a mayores gracias a la rápida intervención de sus compañeros.
En relación con su eficaz intervención para contener el tiro penal ejecutado por el goleador del equipo tucumano, Servio argumentó: “Fue pura intuición, porque él por lo general lo patea de otra manera, con más violencia, pero esta vez cambió para enviarlo más cerca del poste izquierdo”.
Atlético Tucumán perdió una gran chance de colocarse transitoriamente a un punto del líder de la Liga Profesional, Boca Juniors, al desperdiciar este tiro penal de Ramiro Carrera cuando se jugaba tiempo de descuento. Finalmente fue empate 1-1 ante Rosario Central en el marco de la 25ta. y antepenúltima fecha del certamen. Las historias se cuentan generalmente de adelante hacia atrás, pero en este caso merece narrarse al revés, porque en los últimos seis minutos del encuentro pasó todo lo que los tucumanos deseaban y necesitaban, pero fue en ese breve lapso en que fue de la ilusión a la decepción la multitudinaria hinchada que volvió a colmar el José Fierro.
Es que a los 39 minutos apareció el ingresado juvenil Ignacio Maestro Puch para colocar la cabeza a un centro desde la izquierda para empatar el encuentro que el Decano estaba perdiendo desde los 24 minutos del primer tiempo por un golazo de la más promisoria figura que tiene el equipo dirigido por Carlos Tevez, el chico Facundo Buonanotte. A partir de ese tanto la cancha se inclinó definitivamente hacia el arco de Gaspar Servio, que iba a constituirse en el escollo que le puede impedir a Atlético Tucumán alcanzar el primer título de su historia y hasta quedarse afuera de la Copa Sudamericana, ya que con la paridad alcanzó al último que está ingresando, Defensa y Justicia, que lo aventaja por diferencia de gol.
Es que Servio iba a atajarle un penal apenas superados los 45 minutos, en una sanción que tomó el árbitro Silvio Trucco a instancias del VAR, que observó una mano dentro de su área del delantero de Rosario Central, Jonathan Candia. Allí se terminó la alegría y el entusiasmo de un Atlético Tucumán que se cayó en las últimas presentaciones en las que perdió también con Patronato de Paraná y Racing Club y ahora está a tres puntos de Boca cuando le quedan dos partidos por delante, mientras que a los Xeneizes le faltan tres porque tiene pendiente el de La Plata ante Gimnasia y Esgrima.
La próxima fecha Atlético Tucumán recibirá a Unión el lunes y Rosario Central visitará a River Plate en el último partido de su técnico, Marcelo Gallardo, en el estadio Monumental. Este es el epílogo de una historia que empezó con el mencionado golazo de zurda de Buonanotte y un empate logrado antes del final de la primera etapa por Augusto Lotti para los tucumanos que fue invalidado también a instancias del VAR. Un cuento narrado de atrás hacia delante que terminó teniendo un sabor amargo para el Decano al derecho y al revés. Rosario Central, de flojísima campaña, le puede haber arruinado hoy una magnífica temporada a los de Lucas Pusineri.
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