* El gol de Messi y sus mejores participaciones ante el Lille
Ya no volcado a la derecha como a lo largo de la era Pochettino, sino más bien centralizado y en permanente contacto con la pelota, la versión de Lionel Messi que ofrece el PSG en el inicio de la temporada luce muy mejorada y participativa, desmintiendo los 35 años que marcan su pasaporte. En el 7-1 del conjunto parisino ante el Lille, el capitán de la selección argentina fue una de las figuras, con un golazo, dos asistencias y un grito anulado por offside que mereció ser convalidado por la calidad de la acción.
La Pulga fue protagonista de la jugada del partido por la fecha 3 de la Ligue 1: el París se puso en ventaja a los 8 segundos: en una secuencia pergeñada en el pizarrón, Neymar sacó del medio para Verratti, el italiano le devolvió el balón y el brasileño rebotó hacia Messi, ya en pose de lanzador. Y el ex Barcelona asistió a Mbappé, para que con un globito batiera al arquero adversario: primera gema de la noche.
Después firmó un gol anulado por offside de Kiki tras el pase de Ney: desparramó al arquero y tocó a la red mirando hacia el juez asistente, para ver si le iban a convalidar su obra. Mereció sumar para el tanteador. Pero se tomó revancha.
A los 28 minutos llegó su conquista: se asoció con Mbappé, alargó para Nuno Mendez quien, en función de Jordi Alba en sus tiempos de blaugrana, le devolvió el centro atrás, para que el rosarino solo pusiera su pie derecho en pos de cambiarle el palo al arquero. Fue el 2-0, uno de los primeros pilotes de la fiesta.
Antes del entretiempo, filtró (con algo de fortuna porque el roce en un adversario lo favoreció) para Neymar, quien rubricó el 4-0. Y su aporte al marcador pudo ser mayor: dos centros suyos fueron conectados por Marquinhos, pero no terminaron dentro del arco de milagro. Y un pase de Mbappé lo dejó cara a cara con el portero Leo Jardim, quien le desvió un intento cruzado que olía a celebración.
Su gol no fue uno más: representó el 773 en su carrera (15 en el PSG, 672 en el Barcelona y 86 con la Selección argentina) y así superó los 772 oficiales del brasileño Romario. En consecuencia, saltó al podio de los máximos anotadores de la historia. Todavía tiene por delante a Josef Bican (805) y Cristiano Ronaldo, quien también se halla en actividad (815). Una prueba más de la vigencia de Messi, que a fines de este 2022 va por su gran cuenta pendiente: el Mundial de Qatar. Pero mientras tanto descolla con el conjunto parisino, con el que en el inicio de la temporada ya obtuvo un título (la Supercopa de Francia).
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