Arrancó con el pie derecho, lideró, pero terminó sufriendo la carrera. Así puede resumirse el domingo negro de Max Verstappen si se toma en cuenta las aspiraciones del campeón mundial y que también lidera el actual certamen de la Fórmula 1. En el Autódromo de Silverstone, donde se disputó el Gran Premio de Gran Bretaña, el neerlandés con su Red Bull tuvo una primera parte de carrera muy buena, aunque luego se retrasó por fallas mecánicas en su auto. Terminó séptimo, pero podría haber sido peor.
Max largó segundo y superó al poleman, Carlos Sainz (Ferrari). Pero luego de la neutralización por el terrible accidente de Guanyu Zhou, en la segunda partida Sainz no se equivocó y luchó con Verstappen por el primer lugar, pero el español conservó el liderazgo. Después Max se defendió de la otra Ferrari y uno de sus principales rivales en la lucha por el título, Charles Leclerc y hubo un toque entre ellos que los comisarios deportivos entendieron que fue una maniobra de carrera y no penalizaron a ninguno de ellos.
Más tarde, en la vuelta 12, Sainz se pasó luego de una curva y fue superado por Verstappen, que en la siguiente ronda sufrió la pinchadura de una goma y debió entrar a boxes. El neerlandés quedó sexto y manifestó por radio que su auto tenía problemas para poder traccionar bien. Perdió ritmo y ya no tuvo ninguna chance poder disputar la victoria.
Las mejores alternativas del GP de Gran Bretaña
Tampoco lo ayudó la última neutralización en la ronda 39 para retirar el Alpine de Esteban Ocon en la vieja recta principal (en 2010 se cambiaron de lugar los boxes de Silverstone) cuando varios ingresaron para poner gomas de compuesto blando y ser más rápidos en el último tramo de carrera.
Verstappen se ubicó séptimo y debió defenderse de Mick Schumacher, que con su Haas-Ferrari lo atacó y estuvo a punto de superarlo en los metros finales. Si hubiese habido otra vuelta quizá el hijo del Kaiser podría haberlo superado. Mick terminó octavo, por primera vez sumó puntos en la F1 y fue su mejor resultado desde su debut en 2021.
Aunque el domingo podría haber sido peor para Max, ya que si Leclerc ganaba hubiese recortado más la diferencia en la lucha por el campeonato. El monegasco lideró hasta el último relanzamiento, pero como Ferrari no lo llamó a boxes para cambiar gomas corrió las últimas vueltas con el compuesto duro que le cuesta más tiempo conseguir una óptima adherencia en la pista. Fue superado por su compañero de equipo, Sainz, Lewis Hamilton (Mercedes) y Sergio “Checo” Pérez” (Red Bull) que pusieron gomas blandas y fueron más veloces.
En el legendario Silverstone se vio la mejor carrera del año con cuatro líderes, Sainz, Verstappen, Leclerc y Hamilton, que cumplió con su rendimiento más alto en lo que va de 2022. Las mejoras que llevó Mercedes para esta fecha y las alternativas para corregir el efecto rebote que habilitó la Federación Internacional del Automóvil (FIA), le cayeron bien al auto germano, el W13.
En la ex base aérea de la Segunda Guerra Mundial y donde se corrió la primera carrera de la historia de la F1, Sainz logró su debut triunfal en la Máxima y luego de 71 años es el primer piloto de habla hispana que gana en Silverstone desde el argentino José Froilán González. Cabe recordar que su compatriota Carlos Alberto Reutemann ganó en 1978, pero en Brands Hatch.
Red Bull tuvo un sabor agridulce con la gran labor -otra vez- de Checo Pérez, que sigue segundo en el campeonato, pero el RB18 de Verstappen presentó fallas y tuvo la llamativa pinchadura. En poco tiempo deberán analizar qué pasó, ya que el campeonato seguirá el próximo fin de semana en su casa, en el Red Bull Ring, en Spielberg, con el Gran Premio de Austria. Será la undécima fecha y la mitad de la temporada.
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