El español Rafael Nadal (N.6) derrotó en una batalla épica de más de cuatro horas al serbio Novak Djokovic (número 1 mundial), por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (7/4) y se mantiene en carrera por conquistar su 14º Roland Garros y aumentar su récord de Grand Slam a 22. En semifinales, Nadal se enfrentará al alemán Alexander Zverev, verdugo del otro español presente en cuartos, el joven Carlos Alcaraz (N.6), en cuatro sets, por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (9/7).
“Estoy muy emocionado. Para mí realmente es increíble jugar aquí. Es el torneo más importante de mi carrera y me hacen sentir toda la energía. Muchísimas gracias”, fueron las primeras palabras de Rafa aún en cancha y en medio de una tremenda ovación que bajó de los cuatro lados del Philippe Chatrier.
“Fue un partido difícil. Novak es uno de los mejores de la historia y siempre jugar contra él es un gran desafío. Tenemos una historia amplia entre nosotros y hoy fue otra batalla. Para ganarle solo hay una forma y es poner lo máximo de tus habilidades, hasta la última pelota. Estoy muy feliz con el nivel de mi juego esta noche”, continuó Nadal con lágrimas de emoción.
En diálogo con las autoridades del torneo, el español dejó en claro que es su Grand Slam favorito. “No existe otro lugar en la tierra para mí. Esta es la cancha más importante y más especial de mi carrera. Sentir el amor de todos acá en París no tiene precio”. Y ante la consulta sobre si es su último Roland Garros, expresó: “Lo único que voy a decir es que nos vemos en dos días, gracias”.
Minutos después, en un mano a mano con ESPN, Nadal exteriorizó aún más su emoción y contó las vicisitudes que viene afrontando en el último tiempo. “Si no nos emocionamos por momentos como este... es difícil no hacerlo. Estamos en cuartos del torneo más importante de mi carrera, jugando contra uno de mis mayores rivales, con un público que ha estado entregado del comienzo al final. No tengo palabras para agardecerlo. Para mí están siendo meses difíciles a nivel fisico. He estado con muchos problemas pero noches como hoy significan todo”.
Y concluyó: “Algún día cuando termine mi carrrea hablaremos de toda las cosas, pero los que viven mi día a día saben lo que hay. A partir de ahí se necesita muchísimo para jugar a este nivel. Para mí siceramente es un esfuerzo brutal porque muchos días no soy capaz de entrenar. La realidad es que estando en esta situación, uno disfruta de noches como las de hoy. Lo único que me hace es llenarme de energía para seguir intentándolo”.
Crónica del partido.
Desde que se conoció el sorteo era el partido que todos los aficionados al tenis esperaban y los dos tenistas, que suman 41 Grand Slam, no defraudaron, ofreciendo una obra de arte. Con la victoria de Nadal, el balance entre ambos en esta rivalidad histórica es de 30 victorias para Djokovic y 29 para Nadal, aunque el español domina claramente en París con 8 triunfos a 2.
Ni la edad (el viernes cumplirá 36 años), ni su maltrecho pie izquierdo que le traicionó en Roma hace tres semanas, ni el partido programado en sesión nocturna, ni el jugar contra el número 1 del mundo... Nada parece poder detener al ‘Rey de la Tierra Batida’. Pese a que en la previa había dicho que no sabía si sería su último partido en Roland Garros, Nadal demostró desde el inicio que no abdicará fácilmente, ofreciendo un tenis de un nivel como pocas veces se ha visto en la Philippe Chatrier.
Un partido quizás a la altura de las finales de 2008 y 2020, cuando barrió de la pista a Roger Federer (6-1, 6-3 y 6-0) y a Novak Djokovic (6-0, 6-2 y 7-5), respectivamente. Fue una lección de cómo jugar al tenis: eficaz en el servicio, letal al resto, moviendo de lado a lado al rival abriendo ángulos con golpes a las líneas, efectivo en la red y cometiendo pocos errores no forzados. Una pura delicia de la que pudieron disfrutar los 15.000 privilegiados que asistieron a la Philippe Chatrier y que apoyaron casi de manera unánime a Nadal.
Inicio arrollador.
Solo se explica así el marcador 6-2 en el primer set y 3-0 en el segundo cuando se cumplía 1 hora y 20 minutos de partido, pero en ese momento Djokovic, que no estaba jugando mal, se quiso unir a la clase magistral y reaccionó: con un quiebre en un interminable juego de 18 minutos de duración igualó el set 3-3 y con su servicio se colocó 3-4 con otro juego de más de nueve minutos. ¡Habían pasado dos horas de partido y apenas se había jugado set y medio!
Djokovic jugaba su mejor tenis del partido, dominante con su servicio, mortal con el resto y, además, parecía más fresco físicamente, igualando el encuentro a un set con otro ‘break’ sobre Nadal (4-6).
Como al inicio del partido, Nadal volvió a ofrecer en la tercera manga su mejor versión y se anotó un ‘break’ de entrada con un juego en blanco para romper la dinámica de remontada de Djokovic, que se confirmó cuando el serbio desperdició una bola para devolver el quiebre y el mallorquín le respondió con otra ruptura para colocarse 4-1 y cerrar después el set 6-2, para quedarse a uno del pase a semifinales.
A diferencia de los tres primeros sets, siempre con saque inicial para Djokovic, el serbio logró mantener su servicio y rompió el de Nadal en el siguiente para adquirir una ventaja que le hubiese permitido forzar el quinto set, pero con 3-5 y saque a su favor, Djokovic desaprovechó dos bolas para ganar el parcial y Nadal le hizo le ‘break’.
Djokovic acusó el golpe, sobrevivió hasta llegar al ‘tie break’, pero Nadal ya se sabía ganador y se impuso en el juego decisivo por 7/4 tras 4 horas y 12 minutos de una clase magistral.
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