River Plate llegó al empate parcial ante Banfield en el Florencio Sola con un gol ilícito. Es que el VAR, a cargo de Darío Herrera, llamó Pablo Echavarría por una mano de Franco Quinteros, pero el árbitro cometió un error de interpretación. Enzo Fernández cambió la pena máxima por gol y luego aumentó Matías Suárez, tras una excelente jugada colectiva; Amos Perales había abierto la cuenta para el Taladro luego de un blooper de Franco Armani.
Sin embargo, la jugada controvertida fue por esa acción de Quinteros que no es mano. O mejor dicho, es una mano natural que acompaña el movimiento corporal. La pelota busca la mano/brazo y en este caso hay que enteder el espíritu del juego. Por eso, lo repito, para mí no es penal por un tema básico: nadie salta con los brazos pegados al cuerpo.
Vale recordar que el principio de infracción de mano/brazo es que la mano busque la pelota y no que el balón busque la mano. Además, que el movimiento corporal sea que ocupe un mayor espacio buscando bloquear el paso del balón, cosa que en esta acción nunca ocurrió. La sanción de Pablo Echavarría fue una falta de concepto al espíritu del juego. No es la primera vez que ocurren este tipo de situaciones ya que los no se animan a desestimar cuando el VAR los llama a revisar.
A poco del final, Echavarría cometió un error al no expulsar a Gregorio Franco. El árbitro amonestó al defensor luego de que cortara desde atrás un buen contragolpe de River Plate. Por el uso de fuerza excesiva la acción debió ser sancionada con tarjeta roja.
SEGUIR LEYENDO: