Atlético de Madrid y Manchester City protagonizaron un encuentro muy disputado que recién en el final del complemento se tornó vibrante. No tanto desde lo futbolístico, sino por los cruces, protestas y reclamos airados.
Más allá de esto, el Colchonero dejó una mejor imagen, a diferencia de lo que ocurrió en la ida disputada en Inglagerra que fue con derrota por 1 a 0. Esta vez, en el Wanda Metropolitano, el equipo de Diego Simeone contó con varias situaciones y hasta mereció mejor suerte.
Quizás por esto, cuando transcurrían los últimos segundos de partido y con su equipo volcado totalmente al ataque para buscar el tanto que lleve la serie al alargue, el Cholo le pidió al público que responda con aplausos. Aunque el cuarto árbitro intentó calmarlo y luego lo amonestaron por eso, el entrenador argentino continuó con sus gestos ampulosos en reconocimiento del equipo. Esta actitud fue tomada por muchos, sobre todo en las redes sociales, como un acto de ironía de Simeone para el rival que terminó haciendo tiempo y en su campo.
En ese instante, en uno de los tantos parates que tuvo el partido en el final, Stefan Savić fue a prepotear a Phil Foden, quien minutos antes había sido protagonista de la expulsión de Felipe. Sin embargo, Simeone se metió a la cancha y rápidamente lo mandó a su sector en el campo. “¡A jugar!, ¡A jugar!”, le pidió con insistencia el entrenador al futbolista montenegrino.
Los ánimos habían quedado caldeados luego de que Felipe le conectara una patada al paso a Phil Foden y se desatara una batalla campal. Tras varios minutos de reclamos, peleas y agarrones de todo tipo, el árbitro alemán Daniel Siebert le mostró la roja al futbolista brasileño.
Lo dicho, luego de este 0-0, el Manchester City sacó boleto a las semifinales de la Champions League gracias a su triunfo por 1-0 en la ida hace una semana, por el gol del belga Kevin de Bruyne. El líder de la Premier League se jugará la clasificación para la final de la máxima competición continental contra el Real Madrid, que el martes eliminó al Chelsea.
La clasificación permite a Pep Guardiola seguir optando a conquistar la máxima competición europea de clubes, algo que no consigue desde que entrenase al Barcelona (2009 y 2011). El técnico catalán, no obstante, se convierte en el que más veces ha llegado a semifinales, en nueve ocasiones, una más que Carlo Ancelotti y José Mourinho.
Situación inversa para un Diego Simeone que otra temporada más seguirá sin dar al Atlético el único trofeo que se le resiste al equipo madrileño. Esta vez ni siquiera tendrá la opción de jugar la final, como ocurrió en 2014 y 2016, en ambas ocasiones con derrota ante el Real Madrid.
Pese a las críticas recibidas por el planteamiento ultradefensivo de Diego Simeone en la ida (donde el Atlético no disparó una sola vez al arco rival), el técnico argentino tampoco fue mucho más valiente en su estadio, sobre todo en la primera parte, donde la única ocasión de peligro fue para el City, con un disparo al palo del alemán Ilkay Gündogan (30).
Al fin y al cabo, Simeone había logrado lo que quería desde que el sorteo emparejó a su equipo contra el City: llegar con la eliminatoria abierta (a un gol de provocar la prórroga) a la segunda parte del partido de vuelta.
A medida que el partido se acercaba al final, el Atlético fue avanzando líneas y con la entrada al campo de todos sus delanteros (Correa, Suárez, Mateus Cunha, además de Rodrigo de Paul) cerca estuvo de llevar el desenlace a la prórroga. Griezmann (57), De Paul (70) y Matheus Cunha (86) pudieron marcar, pero una tángana multitudinaria tras la entrada que significó la expulsión de Cunha rompió el ritmo a un ‘Atleti’, que aún tuvo una última ocasión de Correa (90+12) antes del pitido final.
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