Franco Armani no fue la figura, pero sí un factor determinante para que River Plate logre un gran triunfo ante Argentinos Juniors en el estadio Monumental. El Millonario no la pasaba bien, el Bicho le había empatado pese a haber comenzado 2-0 abajo y Gabriel Ávalos tuvo en sus pies el tanto del triunfo parcial, con poco más de media hora de juego. Fue en ese instante en el que el arquero de 35 años se hizo más grande que nunca y tapó el gol ¡con la cara!. El golpazo fue tremendo y Armani quedó tendido unos segundos.
La acción ocurrió a los 12 minutos al borde del área chica tras un centro desde la derecha que Cabrera bajó a las espaldas de Elías Gómez. Ahí fue donde apareció el delantero de Argentinos, de gran encuentro, para darle la ventaja en el resultado por primera vez. Sin embargo, apareció la humanidad de Franco Armani, o mejor dicho su rostro tras un desvío en su pecho, para despejar al córner y que todo el estadio lo celebre como un gol. Y fue así, sobre todo por lo que terminaría ocurriendo minutos después.
Y esa posibilidad desperdiciada la pagó muy caro el conjunto de La Paternal, porque River sintió que estaba vivo y alentado por su parcialidad procuró retomar el control del juego, aunque eso lo lograría más por una acción (o dos) fortuita más que por el volumen de juego que había perdido hacía rato. Es que sobre los 20 minutos, primero recuperó un balón en las cercanías del área visitante y su intento por convertir terminó chocando en el travesaño, tras un gran remate de Enzo Fernández.
Pero en una acción posterior, Julián Álvarez enganchó dentro del área rival y su remate bajo, con destino de red porque el arquero visitante Lanzillota se había lanzado hacia su costado izquierdo y el balón iba al derecho, fue “atajado” por el capitán de Argentinos, Miguel Torrén, con el brazo izquierdo, lo que derivó no solamente en un consecuente penal que convertiría el ingresado Juan Fernando Quintero, sino que además sería la expulsión del infractor. Es que Torrén ya tenía tarjeta amarilla y por lo tanto dejó a su equipo con 10 hombres, demasiado para solventar lo que quedaba de partido ante este River que cuando huele sangre va por todo.
Y justamente de tanto ir fue que River llegó a la cuarta conquista con el segundo gol “riverplatense” del lateral derecho Andrés Marcelo Herrera, el ex San Lorenzo que ocupa (y parece que ocupará) el lugar que dejará como mínimo por cuatro meses por el fracturado paraguayo Robert Rojas, tras una gran asistencia del ovacionado Enzo Fernández.
Así River se quedó con el segundo escalón de la Zona A de la Copa de la Liga al cabo de esta novena jornada por detrás del líder Racing, mientras que Argentinos está afuera del cuarteto que está clasificando a los cuartos de final y que completan Defensa y Justicia y Unión de Santa Fe, al ubicarse en el séptimo puesto, detrás de Newell’s y Banfield.
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