La espectacular lucha entre Leclerc y Verstappen que duró tres vueltas
Charles Leclerc (Ferrari) y Max Verstappen (Red Bull) brindaron gran emoción en el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1 con un lucha espectacular que duró tres vueltas en el Autódromo Internacional de Sakhir. Fue luego de las primeras detenciones en la que el neerlandés le redujo la diferencia al monegasco y hubo un show de superaciones entre ambos en una batalla en la que prevaleció el piloto de la Scuderia.
En la vuelta 15, Verstappen ingresó a cambiar sus gomas y puso el compuesto blando nuevo con el objetivo de poder ganar adherencia y ser más rápido. En la ronda siguiente Leclerc hizo su parada y también puso el compuesto blando. El neerlandés redujo la diferencia y quedó a menos de un segundo, lo que le permitió usar el DRS y en el giro 17 superó a Leclerc en la primera curva. Pero luego entre las curvas 3 y 4 Leclerc recuperó el mando. En la vuelta siguiente, el duelo se repitió: Max dio cuenta de Charles, que luego volvió al primer puesto.
Al cumplirse el giro 19°, Verstappen volvió a superar a Leclerc, pero el campeón mundial bloqueó y se pasó por lo que el corredor de Ferrari otra vez tomó la posición de privilegio. En la vuelta 20 Max ya no estuvo en zona de DRS (a menos de un segundo) y no pudo intentar otro sobrepaso.
Más tarde, Leclerc logró ampliar la diferencia que llegó a 3,6 segundos en el giro y le permitió dominar la carrera con tranquilidad hasta la aparición del auto de seguridad en la vuelta 46 para retirar el Alpha Tauri de Pierre Gasly cuyo motor Honda se rompió. El monoposto de Faenza comenzó a prenderse fuego en la parte trasera y fue controlado por los auxiliares de pista.
En el relanzamiento desaparecieron las diferencias, pero Verstappen no pudo superar a Leclerc y tuvo que defenderse del otro piloto de Ferrari, Carlos Sainz. A esa altura el campeón mundial evidenció unas fallas en la dirección hidráulica de su auto y debió abandonar faltando dos giros.
La posición de escolta quedó para Sainz que terminó detrás de su compañero, Leclerc, que plasmó una contundente victoria en la apertura de la temporada. Mientras que Lewis Hamilton heredó la tercera posición. A pesar de completar el podio, fue una carrera difícil para el inglés que sufrió la falta de adherencia en pista con sus neumáticos y nunca estuvo en condiciones de pelear por el triunfo. Además, el motor de Mercedes -por ahora- no está al nivel del de Ferrari y Honda, que provee a Red Bull.
Desde el comienzo del fin de semana en Bahréin, Ferrari demostró que su planta motriz era la más fuerte y de hecho sorprendió ver a los autos de las otras dos escuderías que usan los fierros de Maranello, Alfa Romeo y Haas, cómo se metieron en la Q2 (segunda instancia de clasificación) y en la Q3 (último corte clasificatorio), en el que Valtteri Bottas (Alfa Romeo) y Kevin Magnussen (Haas), lograron el sexto y séptimo registro.
Leclerc, que consiguió la pole positions, hizo una buena largada y pudo mantenerse adelante a pesar del intento de superación de Verstappen. En las primeras vueltas el monegasco logró sacarle más de dos segundos de ventaja al neerlandés, que pudo acercarse luego de las primeras detenciones cuando pelearon por la punta.
Leclerc consiguió su tercera victoria en la Máxima tras sus triunfos en Bélgica e Italia en 2019. En 2020 Ferrari tuvo su segunda peor temporada de la historia y en 2021, si bien mostró su recuperación, tampoco pudo volver a la victoria. Este arranque ilusiona a los tifosis ya que desde 2018 que el team italiano no comenzaba ganando, cuando lo consiguió Sebastian Vettel. Y desde 2004 que la Scuderia no conseguía un 1-2, en la temporada que Michael Schumacher logró su séptimo y último título en la F1.
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