Marcelo Gallardo fue quien le puso el punto final a una jornada histórica de River Plate, que celebró con una caravana desde el Obelisco y luego en el Monumental la Libertadores ganada a Boca Juniors en 2018. Los festejos por el tercer aniversario de la “Copa Eterna” contaron con las palabras de los jugadores que formaron parte de aquella definición en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, los dirigentes y el color puesto de las casi 60 mil almas que lo presenciaron en el estadio del Millonario.
Grupos musicales, cotillón y mucha pirotecnia acompañaron al cotillón puesto por la gente que se acercó en gran número desde temprano. Familias enteras y muchos niños disfrutaron de un día que quedó marcado para la eternidad en los simpatizantes riverplatenses. La frutilla del postre a la emotiva jornada se la dio el Muñeco quien se mostró más eufórico que nunca.
Primero se emocionó al escuchar la ovación del público, luego se animó a cantar varios hits de cancha y por último dejó una reflexión con un pedido muy especial para todos los hinchas. “Sientan en el corazón que ganamos la final más hermosa del mundo. Y eso es una realidad y va a ser una realidad todos los 9 de diciembre por el resto de nuestras vidas”, expresó el entrenador de 45 años que acaba de anunciar su continuidad en River Plate por una temporada más.
“Buenas noches a todos. Gracias por tanto amor”, fueron las primeras palabras que dijo, hasta que le dio paso al cántico de los hinchas. Luego de un instante, saltó de su silla y se dejó llevar por el momento. “Yo te llevo adentro de mi corazón, gracas por esa alegría de ganarle a Boca de salir campeón. River, River yo te quiero, te llevo acá adentro de mi corazón...”, cantó con mucha emoción. “Querían que cante, me obligaron a cantar”, bromeó. Y había más. El Muñeco volvió a dejar unos minutos para que los hinchas deliraran con el clásico “tomala vos, damela a mí, el que no salta murió en Madrid”, y el “un minuto de silencio, para Boca que está muerto”.
Matías Martin, uno de los presentadores de la fiesta, le preguntó por las señales previa de aquella histórica jornada, pero Gallardo quería dirigirse a los hinchas de otra manera. “Primero que nada buenas noches. Querían hacerme cantar y me hicieron cantar. Gracias por tanto afecto, por tanto amor, por acompañar. Hoy realmente es un día de ustedes, es un día del hincha que puede darse el placer de festejar una victoria única. Es un placer poder estar acá con ustedes”.
“La sensación de ese partido es que la vida te pone a pruebas, delante tuyo muchos desafíos. La sensación que después de vivir una semana, un mes que fue realmente intenso, que a todos nos hizo vibrar de una manera muy especial. Terminar...”, Gallardo se quiebre e interrumpe su declaración. En ese momento, piensa y luego les hace un pedido especial a los hinchas y genera el momento de mayor emoción de la noche. También, por supuesto, dispara risas y un dardo claro al rival de toda la vida.
“Solamente les quiero decir algo para que puedan seguir disfrutando este momento. No estoy para contestar preguntas sino para tratar de invitarlos por 30 segundos a que me acompañen y viajen conmigo, que cierren los ojos por 30 segundos y se imaginen, porque la vida y el fútbol nos pone a prueba, si nos hubiese tocado perder ese partido. Cierren los ojos, imagínense si nos hubiese pasado. El dolor que estaríamos sintiendo en este momento”.
La sorpresa era total. Incluso de los propios futbolistas y dirigentes. Y el Muñeco continuó: “Ahora, abran los ojos y miren a su alrededor, vean, vibren y sientan en el corazón que ganamos la final más hermosa del mundo. Y eso es una realidad y va a ser una realidad todos los 9 de diciembre por el resto de nuestras vidas. Vamos a disfrutar eternamente de este 9 de diciembre, muchas gracias. El corazón nos hará latir cada 9 de diciembre de nuestras vidas, les quiero agradecer por tanto amor y tanto afecto. Muchas gracias de corazón. Mírense mirense y disfrutemos porque va a ser único y eterno”.
Así concluyó una fiesta irrepetible y muy emotiva de todos los hinchas de River Plate. Siempre, de la mano de su máximo líder, Marcelo Gallardo.
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