*La increíble jugada que pudo cambiar el destino del partido
Fue un partido cargado de tensión. Con la clasificación hacia los octavos de final del Bayern Munich garantizada, el duelo que protagonizaron Barcelona y Benfica en el Camp Nou se vivió como una verdadera final. Es que la segunda plaza para la siguiente instancia se le deben dirimir catalanes y portugueses. Y la repartición de puntos obligó a que todo se resuelva en la última fecha del Grupo E de la Champions League.
El conjunto liderado por Xavi intentó imponer su sello desde el arranque. Con los velocistas en el ataque, buscó transiciones rápidas para apostar por un ataque más vertical que horizontal. Pero esto no le trajo demasiadas situaciones y, más por fallos propios que por mérito del adversario, estuvo lejos de lastimar a Vlachodimos.
En cambio, las ocasiones más claras para el Benfica llegaron de pelota parada. Primero fue Yaremchuk quien ganó en el área opuesta, pero se encontró con un sólido Ter Stegen. Poco después fue Rafa el que apareció solo en el segundo palo tras un envío pasado que Nicolás Otamendi capitalizó para llegar a la red. Pero el extraordinario zurdazo que se clavó en el ángulo fue anulado porque en la ejecución de ese tiro de esquina, la pelota había salido de los límites del terreno de juego.
El triunfo pudo ser para cualquiera. Incluso un milimétrico fuera de juego anuló una conquista del uruguayo Ronald Araújo que pudo sentenciar la felicidad catalana. Pero lo más llamativo se dio en la última escena, cuando el combinado lusitano construyó un contragolpe perfecto que mereció finalizar con festejos. Tras varias triangulaciones precisas y punzantes, Haris Seferovic quedó solo frente a Marc André ter Stegen... El suizo dominó, sorprendió con un sombrero para sacarse de encima al arquero alemán y definió al primer palo. Por fortuna para los españoles (y desgracia para los portugueses) el remate se fue apenas ancho y el Culé celebró una vida más. El lamento del entrenador Jorge Jesus, quien cayó de rodillas con las manos en su cabeza en la zona de los bancos de relevos, ejemplificó el sentimiento que pasó por todos los fanáticos del elenco lusitano.
El gol hubiera sepultado el destino del Barcelona en el torneo más codiciado del continente. Si bien no quedó conforme con la igualdad, ahora deberá ir a buscar la clasificación frente a la potencia germana llamada Bayern Munich. En cambio, el Benfica recibirá en su estadio al modesto Dinamo de Kiev, que sólo ha podido cosechar un punto en el certamen y su eliminación ya está sentenciada.
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