Nuevamente el Manchester United volvió a mostrar su peor cara en Old Trafford. El equipo de Ole Gunnar Solskjaer cayó derrotado ante su clásico rival de forma categórica, lo que generó el fastidio de un Cristiano Ronaldo que no encuentra respaldo y pegó una patada al cierre del partido en el que el Manchester City se impuso por 2-0 al United con goles de Eric Bailly (en contra) y Bernardo Silva.
Ocurrió cuando transcurría el minuto 89, ya cuando el elenco dirigido por Pep Guardiola tenía la victoria en su bolsillo. El belga Kevin De Bruyne controló la pelota contra la banda y los jugadores de los Diablos Rojos fueron a presionarlo. Después de que Bruno Fernandes le cometió infracción desde atrás, llegó CR7 para tirarse con los ambos pies para adelante a luchar por el balón.
El árbitro Michael Oliver cobró la infracción sin dudarlo y, mientras De Bruyne se retorcía del dolor en el césped, le mostró la tarjeta amarilla a Cristiano, quien miró incrédulo la decisión del juez principal del partido. Su patada fue un fiel reflejo del enojo que sentía por la pobre actuación de su equipo.
Con esa innecesaria patada de Cristiano se cerró otra floja actuación del Manchester United ante su público: llevan cuatro partidos de la Premier League sin ganar en Old Trafford, con nueve goles en contra y solamente uno a favor. A la estrepitosa caída frente al Liverpool, en la que los fanáticos abandonaron el estadio antes de tiempo, ahora se le ha sumado este duro traspié en el derby de la ciudad.
La jornada anterior, cuando el United perdió por 5-0 ante el Liverpool de Jürgen Klopp, también hubo una reacción impotente de Cristiano Ronaldo contra un rival. En el tiempo de descuento de la primera mitad, cuando su equipo ya estaba perdiendo por tres goles, CR7 fue a pelear una pelota con Curtis Jones y terminó pegándole una descalificadora patada en el suelo.
Ahora viene la pausa internacional, lo que le dará tiempo a Solskjaer para dar vuelta la página y poner la vista en el próximo compromiso que será ante Watford de visitante dentro de 14 días. Aunque el Manchester United tiene que ajustar varias piezas porque nuevamente se mostró impotente y el Manchester City pudo hacerle más daño del que realmente hizo. Cristiano mostró rebeldía e ímpetu pero no fue suficiente y le ganó la desesperación. La crisis de los Diablos Rojos es cada vez más profunda.
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