No fue un trabajo sencillo para el PSG. En el Roazhon Park, el Rennes intentó imponer sus condiciones y la presión que ejerció para preocupar a Gianluigi Donnarumma hizo que la potencia de Europa tenga que trabajar más de lo esperado para lastimar al modesto equipo que se animó a plantar un golpe por golpe.
Sin embargo, la diferencia en la jerarquía de los intérpretes llevó a que el combinado de Mauricio Pochettino lograra superar los ataques de Gaetan Laborde para que su poderío ofensivo luzca su mejor versión.
El liderazgo de Lionel Messi fue la herramienta más incisiva el elenco parisino. Si bien Mbappé y Neymar tuvieron sus oportunidades para abrir el marcador con remates que fueron desviados por encima del travesaño, el astro rosarino tuvo la más clara con un tiro libre perfecto que estalló contra el horizontal. La fortuna no estuvo a favor del mejor jugador del mundo, dado que de haber convertido el resultado hubiera sido otro.
El sonido metálico paralizó a Alfred Gomis y le ahogó el grito a La Pulga, quien unos instantes después se asoció con Mbappé, pero el francés no logró resolver bien su intento de esquivar al arquero para llegar a la red.
Por momentos Leo se paró de doble cinco para iniciar los ataques. También se ubicó entre la última línea de defensores. Con una visión notable sobre lo que sucedía dentro del terreno de juego, antes de llegar al descanso construyó una hermosa pared con Ángel Di María, pero el Fideo no pudo quebrar la resistencia de Gomis. Y por esas situaciones que ocurren en el fútbol, cuando el PSG había podido acomodarse al choque y se encontraba en su mejor momento del duelo, Nuno Mendes descuidó su espalda y Gaetan Laborde festejó el 1 a 0 para el dueño de casa. Lo único positivo para los de Pochettino era que restaban 45 minutos para la finalización de su compromiso.
Sin embargo, en la reanudación del partido Flavien Tait extendió la diferencia del Rennes y tiró por la borda todo lo planificado por el PSG. Otra vez por las bandas, los de Bruno Génésio desarticularon a la última línea parisina y después del suspenso que impuso el VAR celebraron el 2 a 0.
El descuento estuvo a cargo de una perfecta triangulación que inició Messi. El astro rosarino buscó a Mbappé y el francés se asoció con Di María para sacarse de encima a las marcas y definir con clase al segundo palo. Golazo. Sin embargo, la intervención del VAR anuló la conquista por una posición adelantada de la estrella internacional y la decisión despertó la euforia en el público local.
A pesar de la derrota, el PSG continuará en la cima de la Ligue 1, pero el dolor que significó haber perdido su invicto quedó reflejado en el rostro de los protagonistas.
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