La crisis en el Barcelona ofrece grietas incluso entre los referentes, otrora símbolos del éxito durante más de una década. La prueba: lo sucedido luego del 1-0 anotado por el Atlético Madrid en el duelo por la Liga de España. La conquista se dio a los 23 minutos del primer tiempo del cotejo jugado en el Wanda Metropolitano. Un contragolpe express derivó en un pase de primera de un solitario Luis Suárez para Thomas Lemar, quien superó la resistencia de Ter Stegen.
Pero, en medio de los festejos, la cámara de la transmisión oficial capturó en dos oportunidades una tensa discusión entre Gerardo Piqué y Sergio Busquets, capitán de la escuadra tras la partida de Lionel Messi al PSG. Por lo que se pudo observar en el cruce, el marcador central le reclamó al volante por los movimientos del mediocampo, que a raíz de los problemas en el retroceso dejaron a varios hombres sin marca, empezando por Suárez. En las imágenes queda claro que Busi volvía sin marca, siguiendo de cerca cómo el balón le llegaba al uruguayo, pero sin acelerar para intentar darle alcance.
Busquets intentó darle su argumento sobre la jugada a Piqué, quien siguió reclamándole con énfasis, haciendo aspavientos. La TV también mostró la imagen de Ronald Koeman en un palco, tras repasar la jugada en su tablet. Hizo un evidente gesto de fastidio y volvió a posar su mirada en las acciones. Sobre el cierre de la primera etapa, encima, el citado Suárez amplió el marcador.
De andar irregular en la Liga y tras un pésimo inicio de Champions League (perdió 3-0 ante el Bayern Múnich y el Benfica), Ronald Koeman quedó, una vez más, en el ojo de la tormenta. No sólo hacia afuera, dado que la dirigencia que hoy encabeza Joan Laporta le busca reemplazante abiertamente (sonaron desde el italiano Andrea Pirlo hasta el argentino Marcelo Gallardo). También en el frente interno: el diario Sport reveló que tuvo una discusión con un referente en el entretiempo del tropiezo ante el elenco portugués.
“La cosa no fue a más”, explicó el medio catalán, pero si reafirmó que es una imagen perfecta de la etapa que está atravesando el equipo que perdió a Messi, su gran figura. Además, la situación económica de la institución tras la gestión de Josep Bartomeu es cuanto menos delicada.}
Además de la caída en la venta de camisetas y del aforo al Camp Nou sin el ídolo, la deuda total del FC Barcelona es de 1350 millones de euros y en ese monto se incluyen los 52 que debe pagarle al propio Messi como parte del salario diferido que el jugador dejó de ganar durante la pandemia para aliviar la situación económica del club.
Un panorama sombrío, al que se suma el deportivo, con chispazos entre las figuras que al Barcelona le quedan en el plantel, tal como se vio en el caso del choque Piqué-Busquets.
Las declaraciones de Piqué tras la derrota
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