Luego de haber sellado el peor inicio de temporada de los últimos 50 años, la Juventus recibió en Turín a la Sampdoria con la obligación de sumar una victoria que le permitiera encaminar su rumbo en la Serie A.
Paulo Dybala, líder indiscutido en la ofensiva de la potencia italiana tras la partida de Cristiano Ronaldo, fue el encargado de abrir el marcador con una muestra extraordinaria de su talento. Con un remate cargado de rosca y efecto, el cordobés rompió con la resistencia de Emil Audero y festejó el prematuro 1 a 0. Sin embargo, su producción llegó hasta los 21 minutos de la primera parte, cuando sintió una molestia muscular (probablemente desgrarro) que le impidió continuar con su compromiso al ser reemplazado por el sueco Dejan Kulusevski.
El desconsolado llanto de la figura internacional fue una de las imágenes más conmovedoras de la jornada. En su sentimiento personal, La Joya sabía que su lesión complicaría su futuro en la selección argentina, dado que el 7 de octubre, el equipo liderado por Lionel Scaloni volverá a presentarse en una triple fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar.
Si bien no se emitió ningún parte médico oficial, las primeras hipótesis afirman que Dybala se perderá los partidos frente a Paraguay, Uruguay y Perú. De todos modos, en el cuerpo técnico de la Selección aguardarán hasta último momento para conocer la gravedad de la lesión del delantero.
Leonardo Bonucci, de penal, y Manuel Locatelli fueron los otros autores de los goles del triunfo de la Juventus, que se impuso por 3 a 2 con mucha autoridad, mientras que el japonés Maya Yoshida y Antonio Candreva descontaron para la Sampdoria.
A pesar del triunfo, Massimiliano Allegri no quedó conforme con lo sucedido en el norte de Italia, porque además de la baja de La Joya, Álvaro Morata también debió ser reemplazado por un inconveniente en su rodilla izquierda. Moise Kean ingresó en el lugar del español.
Ayer, el nieto de Cesare Maldini e hijo de Paolo Maldini, dos leyendas del Rossoneri, fue titular por primera vez a sus 19 años y no desaprovechó la oportunidad que le otorgó Stefano Pioli. El último descendiente apareció desde el arranque del encuentro en el centro del campo detrás del delantero francés Olivier Giroud que regresó tras haberse perdido varios partidos debido al coronavirus y a dolores dorsales.
Daniel, que sumó algunos minutos en la Champions League frente al Liverpool, ya disputó nueve partidos en la Serie A pero nunca había arrancado desde el primer minuto: exactamente 4.500 días después del último partido de su padre como titular (31 de mayo de 2009) cayó la chance. Un centro desde el sector derecho por parte de Pierre Kalulu Kyatengwa encontró la cabeza de Maldini que abrió el marcador a los 12 minutos de la segunda mitad en un encuentro que se le estaba complicando al Milan.
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