La primera semifinal de la Copa Libertadores aburrió a todos con un pálido empate en cero entre Palmeiras y Atlético Mineiro, jugado en el Estadio Allianz Parque de San Pablo. El árbitro argentino Patricio Loustau dirigió un encuentro muy friccionado con pocas emociones y en la ocasión más clara, la que tuvo el Galo con un penal, fue desperdiciada por Hulk. Ahora habrá que esperar una semana para la revancha en el Mineirao, para conocer al primer finalista de la edición 2021.
En el comienzo quedó claro cuál fue la estrategia de cada uno. Palmeiras le cedió la pelota al Mineiro y se dedicó a esperarlo para salir de contra, algo que no aconteció en el primer tiempo, y cuyo estandarte fue Rony, que en una arrancó desde atrás de la mitad de la cancha y no pudo pesar en ataque. Un tiro suyo que Everson contuvo con el pie tras haber corrido más de 60 metros fue lo más peligroso para el elenco local.
Tan duro fue el partido que desde el inicio hicieron sentir el rigor y fue el volante argentino y capitán del Mineiro, Nacho Fernández, el que lo sufrió con un encontronazo de Felipe Melo. El ex jugador de River Plate y Gimnasia quedó tumbado en el piso, pero el juez ni siquiera le mostró la amarilla al rudo mediocampista del Verdao.
Aunque la jugada clave fue a los 40 minutos de la primera mitad con la falta que Gustavo Gómez le cometió en el área al flamante delantero del Mineiro, Diego Costa, que Loustau no dudó en cobrarla. El encargado del tiro desde los doce pasos fue el otro artillero del visitante, Hulk, cuyo remate dio en el palo, lo que evitó la apertura del marcador.
En el inicio del complemento el propio Hulk tuvo una con un tiro de media distancia que pasó muy cerca del travesaño. Aunque las malas noticias siguieron para el Mineiro ya que minutos más tarde Costa se tiró al piso e hizo señas de un tirón en la pierna izquierda, circunstancias que lo que obligaron a dejar el campo de juego justo el día de su debut por Copa.
El choque de un equipo decantado por el contragolpe y de otro sediento por proponer no fue atractivo para la vista, y tuvo encontronazos entre los jugadores, especialmente por la rudeza que siguió por parte del capitán de Palmeiras, el propio Melo.
En el epílogo del encuentro, otro remate de Hulk, por medio de un tiro libre, también generó zozobra, pero no mucho más en un juego que dejó mucho que desear considerando el nivel de ambos planteles. El Galo que se reforzó con un atacante de nivel europeo como Costa (tendría un desgarro en el isquiotibial), y el Verdao es el vigente campeón de la Libertadores.
El juego cambió poco con la salida del otrora artillero de España. Mineiro siguió apostándole a su ataque, que siguió chocando con la defensa verde, renacida tras ser cuestionada por su desempeño en los anteriores ocho juegos, en los que concretó doce tantos.
El conjunto conducido por Cuca, derrotado por el Palmeiras de Abel Ferreira en la final de la Libertadores-2020, cuando dirigió al Santos, se llevó un empate al estado de Minas Gerais y sigue invicto en la competencia (siete triunfos, cuatro empates).
En su casa, la próxima semana y con público, buscará dar el golpe hacia la final para ganar su segunda Copa, tras la alzada por el propio Cuca y Ronaldinho Gaúcho en 2013. Pero el entrenador Ferreira y sus dirigidos, aunque les cuesta el brillo, ya saben ser campeones con un estilo de amores y odios.
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