A excepción del gol de Ander Herrera, casi todo lo mejor del PSG en ofensiva pasó por Messi
El primer partido como titular de Messi en el PSG, su presentación en la nueva edición en la Champions League, tuvieron sabor a poco para el astro argentino y para su equipo, que apenas igualó 1-1 ante Brujas en Bélgica. Sin embargo, el rendimiento del delantero, de 34 años, fue de menor a mayor. Y ofreció algunas grageas de su talento.
Comenzó jugando como puntero derecho, tal como en sus inicios en el Barcelona; Neymar fue a la izquierda y Mbappé por el centro, aunque sin rigidez en sus movimientos. Ante un Brujas que por enjundia, orden, estrategia y presión fue superior a lo largo de los 90 minutos, poco juego le llegó a la Pulga hasta que, sea por orden del banco de suplentes o por intuición, se cerró para recibir más y mejor acción. En los señalados primeros compases se mostró algo impreciso en los pases.
Pero de a poco empezaron a asomar sus cualidades. A los 22′ fue su primera intervención iluminada: con un toque filtrado, dejó a Mbappé de frente a Mignolet, que lo atoró y ganó el duelo. A los 28, vio el hueco y probó al arco: su intento hizo temblar el travesaño del elenco local. Fueron sus mayores aportes en la etapa inicial.
Ya en el complemento, decididamente de enlace (posición en la que se afincó tras la salida por lesión de Mbappé y el ingreso de Mauro Icardi), y ante la merma física del Brujas, sus participaciones resultaron más filosas.
A los 11′ del ST encaró por el centro, se sacó de encima a dos rivales y rescató un tiro libre. A los 22 halló un callejón oculto y le regaló un enorme pase a Neymar, quien intentó regatear hacia adentro en lugar de avanzar y dilapidó la posibilidad.
A los 24, edificó una doble pared con Neymar, enganchó por izquierda ante dos y remató de zurda: nuevamente respondió Mignolet. Y a 12 minutos del epílogo, Nuno Mendes escaló por el lateral izquierdo, centró y Messi impactó a la carrera, pero su remate se fue alto. En el medio, apostó a combinarse con Icardi para que pivoteara, o con su amigo Ney, quien a pesar de no haber exhibido su mejor versión, en el final dialogó mejor con la Pulga; tal vez, en un anticipo del dueto que supo brillar (con Luis Suárez como apoyo) en el Barcelona, ganando la Orejona en la temporada 2014/2015.
El domingo, por la Ligue 1, PSG tendrá otro compromiso difícil ante el Olympique de Lyon. Será el primer partido oficial de Messi en el Parque de los Príncipes, que ansía ver a su nueva estrella en vivo y en directo. Por lo pronto, en Brujas, en el contexto de un equipo que aún busca su mejor amalgama para tanto talento, Leo ya dejó algunas muestras de lo que es capaz de ofrecer.
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