La descarga de Nole con su raqueta
Novak Djokovic quedó a un partido de hacer historia: la derrota en la final del US Open ante Daniil Medvedev no le permitió liderar la tabla de máximos ganadores de Grand Slam y se quedó en el umbral que obtener los cuatro grandes torneos de la temporada. El ruso lo avasalló con su juego y lo cargó de frustraciones, al punto de conducirlo a un ataque de ira en el segundo set.
Nole había perdido la primera manga por 6-4, se imponía 2-1 en la segunda y tenía ventaja para quebrarle el saque a su adversario. Se trataba de un momento crucial del duelo. Primero, Medvedev lo llvó a la red con un drop y lo forzó al error. Allí, tras el rebote en la malla, y mientras la ball boy se cruzaba, el serbio amagó al raquetazo de impotencia, pero se frenó justo. Hubiera repetido el error de 2020, cuando fue descalificado tras aplicarle un pelotazo a una jueza de línea mientras perdía en la cuarta ronda ante Pablo Carreño Busta.
Sin embargo, luego, una mala devolución ante la potencia del saque de su contendiente se fue ancha y se desquitó con la raqueta, a la que golpeó repetidamente contra la superficie hasta hacerla añicos. Inmediatamente, la lanzó a un costado de su silla y la reemplazó, para continuar con el juego. Ese set (y el último) los perdió 6-4 para ceder el título.
Sus declaraciones tras la derrota
“Gracias a todos -dijo en medio de una ovación cuando tomó la palabra tras el encuentro-. Quiero comenzar felicitando a Daniii, gran torneo. Si hay alguien que merece un título de Grand Slam en este momento eres tú. Tienes un gran equipo. Deseo que ganes muchos más y estoy seguro de que estarán en esta escena nuevamente”, reconoció el gran nivel exhibido por el ruso a lo largo del torneo.
“Esta noche, a pesar de no haber ganado, mi corazón está lleno de alegría, porque ustedes me han hecho sentir especial en la cancha. Han tocado mi alma y nunca me había sentido así en Nueva York, gracias por el apoyo. Los quiero y nos vemos pronto, gracias”, concluyó su discurso, devolviéndole al público el favoritismo que le regaló en cuando al apoyo.
Pero antes de que culminara el duelo, se ubicó en su asiento y se cubrió con una toalla. Las cámaras lograron captar que allí se quebró. Luego dejó ver las lágrimas, por la desazón ante la oportunidad perdida.
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