Declaró sobre el accidente que tuvo con Max Verstappen y defendió su maniobra, pero faltaba algo más de Lewis Hamilton, quien hoy salvó su vida en el incidente acontecido en el Gran Premio de Italia de Fórmula 1. El inglés suele ser profundo en sus reflexiones y, en una situación que podría haber terminado en una tragedia, el séptuple campeón mundial volvió a abrirse con sus seguidores en las redes sociales y contó sus sensaciones.
No fue un toque más. Ver la rueda trasera derecha del Red Bull de Verstappen sobre la cabeza de Hamilton resultó impactante. De no haber estado el Halo, la protección que usan los autos de la Máxima desde 2018, el británico -tal vez- no la hubiese contado. Por eso el piloto de 36 años quedó sensibilizado por lo que pasó.
“Son días como hoy, que recuerdo lo afortunado que soy. Se necesita una milésima de segundo para pasar de una carrera a una situación muy aterradora. ¡Hoy alguien debe haber estado mirado hacia abajo, vigilándome!”, afirmó Lewis en su cuenta de Twitter, donde acompañó la fotos del otro auto por encima suyo y luego bajándose de su Mercedes.
“Me duele un poco el cuello mientras la adrenalina desaparece. Fue un golpe en la cabeza, naturalmente. ¡Tengo un gran dolor de cabeza, pero estoy bien! El Halo evitó que el choque fuera mucho peor y estoy increíblemente agradecido con todos aquellos que trabajan para hacer que nuestros autos y las carreras sean más seguras”, destacó.
“El apoyo que recibo de ustedes me mantiene empujando y luchando. TeamLH (Equipo Lewis Hamilton): Estoy muy agradecido por todos y cada uno de ustedes, son realmente los mejores. ¡Todavía nos levantamos!”, concluyó.
Fue en el giro 26º cuando el inglés se detuvo para cambiar neumáticos. Volvió a pista en la sexta posición y se encontró con el neerlandés, que al llegar a la chicana fue por afuera en la curva hacia la derecha y estiró el radio de giro. Los dos se exigieron al máximo y sus autos se tocaron, se fueron a la cama de leca donde el Red Bull se montó sobre el Mercedes. La repetición en cámara súper lenta mostró cómo parte del chasis del coche de Verstappen se rompió sobre el Halo del auto del inglés, que salvó su integridad e impidió que la rueda trasera derecha de Max impactara sobre la cabeza de Lewis. No hubo ninguna consecuencia física para los corredores.
Si bien los dos quedaron afuera, el que se llevó la peor parte es Hamilton, quien venía haciendo una carrera inteligente gracias a la estrategia de su equipo de largar con gomas duras (las que tardan más en desgastarse) y apostar a una sola parada, a diferencia de Verstappen, que partió con neumáticos de compuesto medio (brindan una más rápida adherencia a la pista, pero se degradan más rápido).
Luego de la competencia los dos pilotos fueron citados a declarar por los comisarios deportivos. Se hizo un careo entre ellos y luego de analizar las imágenes, decidieron sancionar a Verstappen con tres lugares en la próxima grilla de partida, que será dentro de dos semanas para el Gran Premio de Rusia, en Sochi.
El toque entre Max Verstappen y Lewis Hamilton en Monza
Con esa maniobra y con el reordenamiento general del pelotón tras todos los ingresos a los boxes para cambiar gomas, Daniel Ricciardo, que en la largada le quitó la primera posición a Verstappen, recuperó el mando de la carrera y luego pudo ganar con su McLaren, en lo que fue un histórico 1-2 para la escudería inglesa ya que fue escoltado por Lando Norris. El podio lo completó Valtteri Bottas (Mercedes).
Fue un domingo histórico para la F1 ya que McLaren volvió a ganar en la Máxima luego de nueve años. El equipo de Woking no vencía desde el Gran Premio de Brasil de 2012, la última carrera de ese año, con el éxito de Jenson Button.
Con el abandono de Verstappen y Hamilton el campeonato lo tiene al frente al neerlandés con cinco puntos de ventaja sobre el inglés. Se cumplieron dos tercios de temporada; quedan ocho fechas y la próxima será el 26 de septiembre con el Gran Premio de Rusia en el Circuito de Sochi.
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