Este domingo, el Barcelona enfrenta a la Real Sociedad en un duelo especial para el club por tratarse del primer encuentro desde la salida de Lionel Messi, quien ya es nuevo jugador del París Saint-Germain (PSG), además de ser el encuentro que reabrió las puertas al público culé desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Como era de esperarse, los aficionados se expresaron desde las gradas por la marcha de su ídolo.
En el minuto 10 del duelo los seguidores del blaugrana estallaron al grito de “Messi, Messi”, mientras que otros reaccionaron con silbidos, seguramente apuntados hacia la dirigencia actual y otros con aplausos, en homenaje al delantero argentino que se convirtió en una leyenda para la institución. Además, varios fanáticos levantaron sus camisetas con el 10 de La Pulga, en un gesto de reconocimiento para el astro.
La jornada para el Barcelona no arrancó de la mejor manera porque en las las inmediaciones del Camp Nou, la gente manifestó su enojo con una serie de banderas puestas sobre las rejas que bordean al estadio. En este marco, los catalanes fueron elocuentes en la expresión de su enojo. “Laporta, lacayo de Florentino”, “Laporta Judas, engañaste a D10S”, “El Barça no es tu negocio” o “Messi en París y tu en Ibiza”, fueron las frases más destacadas.
Las imágenes de las banderas se viralizaron en las redes sociales y corrieron como reguero de pólvora. De forma virtual también llegó la crítica hacia Laporta, cuyo nuevo mandato será recordado por haber dejado ir al mejor jugador del mundo. Su principal promesa de campaña fue retenerlo al Diez.
Antes del partido, Ronald Koeman había declarado el sábado sobre la salida de su máxima estrella: “Es dolorosa para todos los culés, por lo que ha hecho Messi por este club, el tipo de jugador que es... Lo echamos de menos porque ha sido un jugador muy importante para la historia del Barça. Pero no hay que vivir en el pasado, las cosas cambian y estoy ilusionado con el equipo que tenemos”.
En este sentido, el entrenador neerlandés anticipó: “Cuando recuperemos a los jugadores lesionados, tendremos una plantilla fortísima para lograr cosas importantes. A partir de mañana (domingo) ya no hay excusas, habrá puntos que ganar. El equipo está preparado, hemos hecho una pretemporada de cinco semanas muy buena, donde no estaba Leo tampoco”.
Lo cierto es que más allá de lo deportivo, la salida de Messi se ha sentido con fuerza por estos días. Un ejemplo claro es que de los más de 80 mil abonados que tiene el Barcelona, apenas 15.280 quisieron estar presente este domingo ante la Real Sociedad, pese a haber estado más de un año sin ir a la cancha por las restricciones de la pandemia del coronavirus. A su vez, las ventas de merchandaising se han desplomado un 70%, lo que marca la influencia que tenía el rosarino.
En este contexto, la afición del Barcelona ha alzado su voz. La semana pasada lo hizo ante el Juventus por el Trofeo Joan Gamper cuando fueron ensordecedores los silbidos para el defensor francés Samuel Umtiti, uno de los jugadores que o quiso ser vendidos e imposibilitó que el club bajara su masa salarial para poder incluir a Messi. Lo mismo ocurrió hoy con Jordi Alba, quien se negó a bajarse el salario. Por el contrario, hubo ovación marcada para Gerard Piqué, quien resignó la mitad de sus ingresos para que la dirigencia pudiese inscribir a Memhis Depay y a Eric García en La Liga.
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