Si hay un tenista en el circuito que hace que el precio del boleto de entrada al estadio valga la pena, ese es Nick Kyrgios. A veces sus locuras lo llevan a protagonizar momentos escandalosos, pero en otras ocaciones lo convierten en autor de genialidades. Y en su regreso a Estados Unidos tras casi dos años de ausencia, dejó una imagen sensacional.
Kyrgios, de 26 años y actualmente número 58 del ranking mundial de la ATP, realizó un fantástico saque en su victoria por 7-6 (4) y 6-3 frente al sudafricano Kevin Anderson en la primera ronda en el ATP 250 de Atlanta.
Ocurrió durante el primer set, cuando iba a sacar 3-4 y 40-0 con la posibilidad de igualar el marcador. Miró a su rival, simuló que iba botar la pelota, pero directamente metió la raqueta por entre sus piernas y la golpeó. El servicio agarró algo desprevenido a Anderson, cuya devolución impactó en la red.
El debut de quien fuera campeón en 2016 de este certamen fue fiel a su estilo: potente y preciso en los servicios, con algunos saques de abajo, gran willys y varios de los tiros ganadores que forman parte de su repertorio. Fue una actuación muy sólida de un Kyrgios que, fiel a su estilo, se acercó a la grada para preguntarle a un espectador a dónde debía sacar en el match point.
El tenista aussie cerró el partido con 15 aces y ganó el 86% de los puntos con su primer servicio en una exhibición dominante en la que no tuvo que enfrentar ni un solo punto de quiebre.
“Kevin no es un oponente fácil, es finalista en Grand Slams y sabe cómo ganar partidos”, dijo Kyrgios en la entrevista en la cancha tras su victoria. “Su servicio es uno de los mejores del mundo, así que sabía que hoy iba a ser increíblemente duro. No he jugado muchos partidos, pero estuve sacando bien y me encanta jugar aquí en Atlanta“, agregó.
Este fue su primer torneo desde Wimbledon y después de desestimar la chance de jugar los Juegos Olímpicos de Tokio por la difíciles restricciones del COVID-19.
La última vez que Nick Kyrgios había disputado un torneo en suelo norteamericano había sido en 2019, cuando cayó ante el ruso Andrey Rublev en tercera ronda del US Open. De ahí en más, con la pandemia de por medio, no tuvo mucho rodaje y menos en tierras estadounidenses. Pero esa larga ausencia ya quedó atrás con una actuación sobresaliente.
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