Peñarol logró el pasaje a los cuartos de final de la Copa Sudamericana en el clásico de vuelta con Nacional pese a perder por 1 a 0 en su estadio Campeón del Siglo, sosteniéndose en la victoria por 2-1 lograda como visitante en la ida que se había disputado en el Gran Parque Central.
De esta manera el conjunto “manya” se enfrentará en la siguiente fase a Sporting Cristal de Perú, que en su compromiso eliminó a Arsenal de Sarandí.
El encuentro, jugado sin público, tuvo sin embargo un obvio entorno de mucha emoción y expectativa por este inusual enfrentamiento entre los dos clásicos rivales uruguayos en una instancia internacional, con banderazos previos de apoyo para ambos equipos.
Pero esa misma tensión no se tradujo en buen fútbol ni mucho menos, sino en un partido sí intenso pero no bien jugado, en el que los locales supieron protegerse para dejarle la pelota y el consecuente desgaste al “Bolso”. Y Nacional apostó todo a la dupla de ataque argentina integrada por Gonzalo Bergessio, su máximo goleador, y Leandro Fernández.
Sin embargo ambos fueron consumidos por el inexpugnable cerrojo esbozado por los dirigidos por Mauricio Larriera, que le terminó ganando el duelo táctico a su colega Alejandro Cappuccio. Es que Nacional necesitaba indefectiblemente convertir dos goles para pasar y, de máxima, que no le anotaran más de uno para por lo menos llegar a la definición por penales.
Por eso cuando promediaba la segunda etapa ya Nacional perdió la línea como producto de la desesperación por el tiempo que se le agotaba y el camino hasta la eliminación cada vez se le hacía más ancha. Fue entonces que Peñarol empezó a hacerse lentamente dueño de la pelota, exhibiendo en esos 20 minutos finales la misma superioridad exhibida durante la mayor parte del encuentro de ida.
Y esto terminó justificando la clasificación de los aurinegros, que en términos generales siempre fueron superiores a los “tricolores”, tanto cuando pudieron manejar la pelota como en los momentos en que mantuvieron a sus rivales alejados del arco defendido por Kevin Dawson.
Dentro de ese panorama entonces, sobresalieron Agustín Canobbio, hijo de aquel delantero de Racing y Newell’s de fines de los ’90, siempre apoyado por el experimentado Walter Gargano (en los 10 minutos finales reemplazado por el argentino Damián Musto, quien se fue expulsado con roja directa y provocó un escandaloso final del espectáculo.
Las agresiones, amenazas, empujones e insultos le dieron el cierre al espectáculo que paralizó al Río de la Plata. Para esas alturas, en la última acción del partido, apareció la cabeza de Germán Corujo para darle la victoria a Nacional, insuficiente en los números y tardía en el tiempo para ir por el segundo tanto clasificatorio, lo que le abrió el camino a cuartos de final de un torneo internacional a Peñarol después de 10 años, cuando lo había logrado en Copa Libertadores tras imponerse en una eliminatoria con el brasileño Internacional, de Porto Alegre.
Formaciones
Peñarol: Kevin Dawson; Giovanni González, Fabricio Formiliano, Gary Kagelmacher y Joaquín Piquerez; Walter Gargano y Jesús Trindade; Agustín Canobbio, Pablo Cepellini y Facundo Torres; Agustín Álvarez Martínez. DT: Mauricio Larriera.
Nacional: Sergio Rochet; Armando Méndez, Germán Corujo, Nicolás Marichal y Camilo Cándido; Felipe Carballo, Emiliano Martínez y Maximiliano Cantera; Brian Ocampo; Gonzalo Bergessio y Leandro Fernández. DT: Alejandro Cappuccio.
Incidencias: 45+5m. expulsados con tarjetas rojas directas Musto (P), Carballo (N) y Cantera (N).
Árbitro: Anderson Daronco (Brasil).
Estadio: Campeón del Siglo (Peñarol).
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