Después de la polémica por el tanto anulado a Marcelo Weigandt, hubo empate en cero. Y tras el pitazo final, tanda de penales. Allí fue el Atlético Mineiro el que triunfó por 3-1 ante Boca y sacó boleto para los cuartos de final de la Copa Libertadores. A pesar de haber arrancado con un fallo de su figura Hulk, el Galo se repuso y contó con una formidable actuación del arquero Everson, que había fallado groseramente en el gol invalidado.
El ex selección brasileña Hulk arrancó la serie y abrió el pie para apuntar al palo derecho defendido por Agustín Rossi, que acertó pero no llegó. De todas formas la pelota se estrelló en el poste de manera violenta y rebotó. Luego Marcos Rojo cruzó su remate con un tiro raso y adelantó a la visita.
Fue el turno de Nacho Fernández, que optó por el centro y engañó a Rossi; luego Sebastián Villa imitó al ex River con un remate a media altura pero Everson contuvo parado sobre la línea. Más tarde Junior Alonso puso arriba en el tanteador al dueño de casa, que celebró por un nuevo yerro de Esteban Rolón (Everson se recostó sobre su derecha y desvió el tiro).
Increíblemente Hyoran resbaló en el momento de la ejecución y envió la pelota por encima del travesaño. Sin embargo, el Mineiro permaneció en ventaja porque Carlos Izquierdoz, afirmado, también desvió su pena máxima por arriba del caño horizontal. A Everson le quedó el tiro decisivo y recompuso completamente su imagen con un disparo al ángulo que definió la serie.
Toda la desazón quedó del lado de Boca, que de esta manera perdió su segunda serie de penales consecutiva luego de caer con Racing en las semifinales de la Copa de la Liga Profesional argentina. Camino a los vestuarios se desató una batahola entre los jugadores visitantes y la Policía local, que llegó a tirar gases lacrimógenos para introducirlos en su vestidor.
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