La australiana Ashleigh Barty, número uno mundial y una de las principales candidatas, revalidó sus credenciales al conquistar Wimbledon por primera vez en su carrera. Se impuso en la final ante la checa Karolina Pliskova por 6-3, 6-7 (4/7) y 6-3.
A sus 25 años, la oriunda de Ipswich logró su segundo título del Grand Slam, después del que logró en Roland Garros en 2019, que le permitió ponerse en lo más alto del ranking WTA, que no ha abandonado desde entonces. En ese momento derrotó a Markéta Vondroušová.
Antes de este enfrentamiento se habían visto las caras en siete ocasiones, con un balance de 5-2 a favor de la australiana. Vale destacar que Ash se llevó su primer grande desde que comenzó la pandemia y tras no haber jugado prácticamente en 2020
Con este resultado, continúa la maldición para Pliskova, quien pese a haber sido número uno del mundo nunca pudo ganar un Grand Slam, como Dinara Safina o Marcelo Ríos. Barty, por su parte, se convirtió en la primera australiana en conquistar Wimbledon en 50 años.
Para acceder a la final, la oceánica supo dejar en el camino a la española Carla Suárez (6-1, 6-7 y 6-1), la rusa Anna Blinkova (6-4 y 6-3), la checa Kateřina Siniaková (6-3 y 7-5), la checa Barbora Krejčíková (7-5 y 6-3), su compatriota Ajla Tomljanović (6-1 y 6-3) y la alemana Angelique Kerber (6-3 y 7-6).
“Esto es increíble. Es muy especial, mi sueño. Ha sido mejor de lo que me había imaginado. Anoche casi no dormí”, afirmó, emocionada, luego de hacer historia. Barty supo celebrar en el césped en 2011, al ganar el título júnior. Ahora, diez años después, levantó el Venus Rosewater Dish como campeona sénior del torneo británico. Este doblete solamente fue conseguido por otras tres tenistas: Ann Jones, Martina Hingis y Amelie Mauresmo.
Vale destacar que este es el cuarto año consecutivo en el que la defensora del título no repite éxito. La última que lo consiguió fue Serena Williams en 2016, quien por ese entonces también era número uno del mundo, como lo es hoy Barty.
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