* Lo mejor del triunfo de Berrettini
Los Grand Slams están diseñados para hacer historia y Matteo Berrettini ya se metió en los libros dorados del tenis de su país: se convirtió en el primer italiano en alcanzar la final de Wimbledon al derrotar al polaco Hubert Hurkacz por 6-3, 6-0, 6-7 (3) y 6-4. Berrettini mejoró la marca que tenía Nicola Pietrangelli al llegar y perder en las semifinales en la edición de 1960. Inglaterra será el territorio en el que el 9° del ranking mundial irá en busca de su primer torneo grande un mes después de conquistar de Queen’s, su mejor consagración hasta la fecha.
El transalpino se impuso con claridad al dominar desde el principio a su oponente a quien se lo vio confundido y errático luego de haber derrotado a Roger Federer en la ronda anterior en sets corridos. Las expectativas con Hurkacz estaban por los cielos tras el mayor triunfo de su vida, pero lamentablemente decepcionó a todo el público en el Court Central, sobre todo en los dos primeros sets. Berrettini, que ya sabía lo que era jugar unas semifinales en el Abierto de Estados Unidos de 2019, se llevó un disputado parcial inicial y pasó por encima de Hurkacz en el segundo ya que no cedió ni un game.
Ya con los dos primer capítulos en el pasado, el polaco debía afrontar una durísima situación si quería soñar con llegar a la final: sólo pudo remontar un 0-2 una vez en su carrera, en Australia 2020, cuando superó la desventaja ante el austríaco Dennis Novak. Aunque en el tercer set mejoró mucho Hurkacz, llevándoselo en el tie break, no le dio para doblegar a un Berrettini encendido, con mucha confianza y ante la oportunidad de su vida. Con 21 aces y 57 golpes ganadores, el transalpino consiguió la victoria más importante de su carrera.
Berrettini se convierte en el tercer italiano en alcanzar una final de un Grand Slam, tras Nicola Pietrangelli (Roland Garros 1959 y 1960) y Adriano Panatta (también en el Abierto de Francia pero en 1976). El principal logro de Matteo es que es el primero de su país en hacerlo en el All England Club y ya espera a su rival, que será el serbio Novak Djokovic, el número uno del mundo. El pasto es una superficie que le sienta bien al noveno mejor tenista del momento y lo reafirmó luego de la gran pretemporada que tuvo antes del tercer Grand Slam.
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