Nick Kyrgios ganó este miércoles su primer partido desde el Abierto de Australia, al superar al sembrado número 21, el francés Ugo Humbert, en cinco sets en Wimbledon antes de declarar. El tenista triunfó por 6-4, 4-6, 3-6, 6-1 y 9-7 en un partido vibrante.
“No está mal para un jugador a tiempo parcial”, dijo después del final del duelo. “Ugo es un niño increíble y sabía que era un perdedor enorme. Fue fácil levantarse del sofá en Canberra ya que Wimbledon es uno de mis eventos favoritos y escuché que iba a haber una multitud, así que fue una decisión fácil venir aquí”, sostuvo.
“Es un gran cambio de escenario”, agregó Kyrgios, quien está jugando su primer evento fuera de su propio país por primera vez desde el Abierto de Australia de 2020.
El actual número 60 del ranking ATP se llevó la ovación del público al ganar un set en tan solo 43 segundos, gracias a cuatro aces seguidos. Es ese tipo de actuación electrizante lo que hace que Kyrgios sea un placer para la multitud. “Estoy haciendo lo mejor que puedo. Así que seguiré saliendo y tratando de darles un espectáculo y solo intentaré traer ese aspecto diferente del tenis”, señaló y añadió: “Mucha gente quería que jugara por eso. Estoy aquí, estoy tratando de darte lo que tengo. Ayer la multitud me estaba agradeciendo“.
*El dolor de Kyrgios que asustó a todos
El gran partido tuvo también un momento de preocupación cuando en el primer set su pierna derecha resbaló, justo en el momento que intentaba cambiar de dirección para alcanzar la pelota, y quedó tendido en el suelo. El grito de dolor paralizó a los fans y encendió las alarmas porque el tenista quedó retorcido en el suelo y necesitó de atención médica.
Por suerte para él y para el espectáculo, pudo continuar. Sus 23 aces y 51 tiros ganadores sobre un jugador que también derrotó en cinco sets en el Abierto de Australia lo enviaron a un choque de segunda ronda con el italiano Gianluca Mager.
Kyrgios había tenido varias declaraciones polémicas en el último año en contra de la ATP y de sus propios colegas al señalar que la ausencia del público y las burbujas establecidas para evitar contagios de coronavirus no eran de su agrado. La vida en aislamiento no era algo hecho a la medida de alguien que pasó la noche antes de su choque de Wimbledon 2019 contra Rafael Nadal en un bar local.
“Es por eso que no jugué la mayor parte del año. Tomé la decisión de que me conozco a mí mismo y no me engaño a mí mismo”, admitió este miércoles en su retorno triunfal.
Kyrgios, de 26 años, dice que a pesar de su promesa de entretener, su ventaja competitiva sigue siendo tan fuerte como siempre. “Yo compito todos los días. Yo compito cuando juego a las damas. Yo compito cuando juego a Call of Duty. Yo compito cuando juego al baloncesto”. Ese espíritu, insiste, se incorporará a su asociación de dobles mixtos de Wimbledon con Venus Williams.
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