Fue uno de los momentos más dramáticos de la final. Sus lágrimas reflejaron el dolor físico y emocional que provocó su partida en la final de la Champions League. La figura del Manchester City no pudo concluir su compromiso debido al duro golpe que recibió de Rüdiger.
El belga Kevin De Bruyne confirmó que sufrió una doble fractura en el rostro después de chocar con el defensor del Chelsea en Oporto y su estado de salud podría comprometer su presencia en la próxima edición de la Eurocopa.
En un mensaje escrito a sus seguidores en Twitter, el mediocampista informó: “Acabo de regresar del hospital. Mi diagnóstico es fractura aguda del hueso de la nariz y fractura orbitaria izquierda. Me siento bien ahora. Todavía decepcionado por lo de ayer, obviamente, pero volveremos”.
El virtuoso volante de 29 años, abandonó la final a los 14 minutos del segundo tiempo con su equipo en desventaja por 1 a 0 cuando se golpeó violentamente contra el defensor alemán Antonio Rüdiger, quien sólo recibió una amonestación por la agresión.
El número 17 de Manchester City iniciará su recuperación con vistas a la participación de Bélgica en la Eurocopa, que comenzará el 12 de junio contra Rusia en San Petersburgo.
Según el ex árbitro Miguel Scime, Rüdiger debió ser expulsado “por cómo colocó el hombro sumado a que intentó calcular la ruta de De Bruyne para interceptar su carrera”. Para colmo, varios minutos después del impacto, el futbolista del Manchester City no pudo continuar en el campo de juego y fue reemplazado por Gabriel Jesus. Duro golpe anímico para los Ciudadano ya que perdieron a su principal gestor ofensivo.
Kevin se dirigió directo al vestuario para tener un control del golpe que recibió en el ojo y en la mano. Momentos más tarde, la cámara lo enfocó sentado en el banco de suplentes con hielo en las zonas inflamadas. El árbitro Antonio Miguel Mateu Lahoz tendría que haberle mostrado la tarjeta roja a Antonio por las consecuencias que generaron los impactos en el cuerpo de De Bruyne.
Además, hubo otra polémica jugada dentro del área del Chelsea: un remate de Raheem Sterling luego de un centro al área impactó en el pecho de Reece James y a continuación rebotó en el brazo. Todo el Manchester City, ante la urgencia de ir perdiendo 1-0, pidió penal al juez español. Pero con claras indicaciones hacia todos los presentes, el árbitro indicó que el primer toque fue en el torso del defensor de los Blues, además de que la zona donde impactó la pelota no es considerada mano por el reglamento.
Correcta decisión de Mateu Lahoz quien no se dejó llevar por los reclamos de los jugadores, siempre estuvo bien parado en la jugada y pudo visualizar de frente todo lo sucedido. El árbitro controló el ritmo del partido de buena manera, sacó correctamente las amonestaciones de Ilkay Gündogan y Gabriel Jesus. La única mala decisión que se pudo observar fue la no expulsión de Antonio Rüdiger.
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