Boca sufrió una dura derrota y se complicó en la Copa Libertadores. El Xeneize cayó 1-0 ante Santos en Brasil, sumó su tercera caída consecutiva y quedó obligado a ganar las dos fechas restantes (Barcelona de Ecuador y The Strongest, ambos como local) para no depender de nadie y confirmar su clasificación. El único tanto del partido lo marcó Felipe Jonatan a los 41 minutos del primer tiempo. De esta manera, el Peixe marcha segundo con seis unidades, con mejor diferencia de Boca que aparece tercero, y a tres del líder conjunto ecuatoriano. Cierra el Grupo C el cuadro boliviano con tres unidades.
Pese a la gran primera media hora de juego, el equipo de Miguel Ángel Russo se desdibujó después y terminó sufriendo una derrota inesperada y dolorosa. La imagen que dejó el Xeneize en el final fue muy preocupante, sobre todo de cara al Superclásico ante River del próximo domingo en la Bombonera, por los cuartos de final de la Copa de La Liga. El entrenador de Boca fue el blanco de las críticas, una vez más, por parte de los hinchas, que en las redes sociales se agolparon cuestionando su demora a la hora de realizar los cambios. Como ocurrió en la fecha pasada ante Barcelona en Ecuador, que también terminó con derrota, Russo metió mano en el banco faltando diez minutos.
En esta oportunidad el enojo se trasladó hacia los propios protagonistas, porque cuando Lisandro López y Carlos Tevez debieron abandonar el campo de juego, ambos manifestaron un claro malestar que excedió al partido. Visiblemente molesto por haber sido reemplazado por Marcos Rojo, el defensor central se sentó y pateó uno de los bancos de los suplentes. Por su parte, el ídolo y capitán de Boca demoró su salida para cederle su lugar a Franco Soldano con un claro sentimiento de bronca. Una vez terminado el partido, el Apache también mostró un rostro desencajado por una derrota que complica y mucho en un momento de definiciones.
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