La victoria de los los Filis de Filadelfia por 5-3 ante los Cardenales de San Luis se vio empañada por un desafortunado episodio que tuvo como protagonistas al estadounidense Bryce Harper, al holandés Didi Gregorius y al dominicano Génesis Cabrera.
El campo del Busch Stadium de St. Louis, se vio inmerso en momentos de tensión e incertidumbre después de que el relevista zurdo se aproximó a la zona de tiro y lanzó una bola que viajó a más de 150 km/h e impactó en el rostro de la estrella norteamericana. Acto siguiente, y como si fuera poco, el caribeño volvió a disparar y golpeó al europeo en las costillas.
Después de sus dos fallos, Cabrera se pronunció ante la prensa, pidió disculpas y le deseó una pronta recuperación a Harper, quien hace poco más de un año firmó el contrato más grande en la historia de la MLB.
Harper, de 28 años, abandonó el juego en la sexta entrada luego de recibir un golpe en la mejilla izquierda en una recta de 97 millas por hora (156 km/h) del relevista zurdo dominicano Génesis Cabrera.
Afortunadamente, el toletero All-Star se levantó y pudo salir del campo por sus propios medios aunque la sangre goteaba de un corte cerca del costado de su nariz. “Fue al hospital para hacerse una tomografía computarizada. Estamos esperando noticias. Solo rezamos para que todo esté bien. Esperamos que no haya fracturas”, dijo el mánager de los Filis, Joe Girardi.
Horas más tarde, el propio Harper publicó un video en sus redes sociales en la que mostró su cara, casi sin secuelas y tranquilizó a los fanáticos: “Se siente bien. Todo terminó bien, la tomografía, todas esas cosas, así que mi cara sigue aquí. Todos estamos bien. Nos vemos pronto”.
Tras ese episodio, Cabrera volvió a golpear al siguiente bateador, Didi Gregorius, con una bola rápida de 94 millas por hora (151 km/h). Fue entonces cuando Girardi salió del dugout para quejarse con el árbitro del plato Chris Segal y fue expulsado.
“(Cabrera) debió haber sido expulsado. Entiendo por qué (los umpires) dan advertencias, pero si un jugador golpea a otro en la cara y luego a otro en las costillas con dos lanzamientos, se tiene que ir, ¿no?”, preguntó el directivo. “Si realmente quieres proteger a los jugadores, se tiene que ir. Sólo por la seguridad de los peloteros”, sentenció.
Al término del juego Cabrera, a través del traductor Antonio Mujica, expresó remordimiento por su picheo: “Lo siento mucho por Bryce Harper. Quiero nuevamente disculparme por toda la acción que sucedió, especialmente con Harper. Realmente le deseo lo mejor y espero que se recupere rápidamente. El juego se me escapó. Realmente lamento todo lo que sucedió. No fue intencional”.
En el campo, el estadounidense terminó siendo sustituido por Matt Joyce, mientras que Gregorious pudo continuar.
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