Son los dos clubes económicamente más poderosos de Europa. París Saint Germain y Manchester City, los equipos que más gastan del mundo y las dos plantillas más caras del planeta, abrieron en el Parque de los Príncipes su duelo estelar en las semifinales de la UEFA Champions League, el torneo que se transformó en la gran obsesión de los qataríes que alimentan estas instituciones con sus petrodólares.
A los 15 minutos se rompió el cero a través de la pelota parada gracias a un centro desde el córner de Ángel Di María para que Marquinhos se eleve más que todos y estampe el 1 a 0 de cabeza.
El grito del central brasileño alimentó las esperanzas parisinas relacionadas a una posible revancha, luego de la final perdida en la edición pasada frente al Bayern Munich. Pero lo destacado lo vivió el astro rosarino surgido de Rosario Central.
El Fideo quebró un récord personal y se convirtió en el jugador con más asistencias en la historia del PSG. Desde su arribo a la entidad francesa, el ex Real Madrid y Benfica contribuyó con 103 pases que tuvieron destino de gol. Además, se afianzó en el podio de las estrellas que más abastecieron desde la creación de la Liga de Campeones, dado que en la competición más codiciada del Viejo Continente, el argentino sumó 34 asistencias, y quedó a dos de Lionel Messi y a 12 de Cristiano Ronaldo, las estrellas que se ubican por encima de él en esa faceta.
Luego de su aparición en el Canalla, en 2005, Di María emigró a Europa para sumarse al Benfica, donde sumó 3 títulos (dos Copas de Portugal y una Liga). Su talento lo llevó al Real Madrid y durante 5 temporadas demostró su jerarquía. En la Casa Blanca se adjudicó 6 coronas, entre las que se destacan la Champions League del 2014 (en la final frente al Atlético Madrid), la Supercopa de Europa de ese año, una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de España.
Sin dudas, su presente es maravilloso. Las 17 estrellas que bordó con el PSG dan cuenta de ello, pero su máximo objetivo es quedarse con la Orejona, una misión que nunca pudo lograr la entidad parisina. Tal vez, la del 2021 sea la suya y la de todo el pueblo galo.
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