A Miguel Ángel Russo se lo ve conforme con la actualidad de Boca. El equipo viene de encadenar tres victorias en fila (dos por la Copa de la Liga y una por la Copa Libertadores) y siembra ilusiones en ambos torneos. Sin embargo, el entrenador del Xeneize tiene una preocupación que es cómo podrían afectar los viajes y las seguidillas de partidos a sus dirigidos. Sobre la planificación de los torneos hizo un extenso análisis en la conferencia de prensa posterior al triunfo por 2-0 ante Huracán.
“Siempre es bueno ganar, especialmente para que los chicos vayan teniendo experiencia, ellos recién empiezan un camino. Boca es ganar y es bueno acostumbrarse a eso”, dijo a la hora de destacar el valor de los buenos resultados para la nueva camada de jugadores que ya se han asentado en el primer equipo. “Jugando se van haciendo hombres, pero tengo hombres también y eso es muy importante”, agregó.
Respecto del próximo compromiso de su equipo, que será el próximo martes ante Santos de Brasil por la segunda fecha de la Fase de Grupos de la Copa Libertadores, Russo analizó: “Ahora hay que salir del torneo y meterse en la Copa. Todo lo que juega Boca es importante”. Y, respecto a la situación de los lesionados y los contagiados de covid-19 (o contactos estrechos), que son Zambrano, Campusano, Rojo y Andrada, anticipó que no estarán disponibles para ese partido.
Ante Huracán, además, se produjo el regreso de Cristian Pavón a Boca luego de 19 meses y tras un conflicto que casi lo deja sin iniciar esta segunda etapa en el club. Sobre el ingreso del delantero, el DT destacó: “Hemos hablado mucho con él. Está contento, bien, necesita jugar y Boca da posibilidades. Es del club, conoce la camiseta y confiamos en él”.
Tras el duelo ante Santos, Boca jugará el domingo frente a Lanús por el torneo local y el martes se medirá ante Barcelona de Ecuador en Guayaquil. A Russo se lo notó muy incómodo con la organización del calendario. “La liga que pone encuentros tiene que entender que el fútbol argentino depende de que los equipos jueguen la Libertadores y la Sudamericana. Eso es un un logro, habla de prestigio internacional. No se puede jugar cada 48 horas, es imposible. Hay que entender las situaciones pero también hay que ponerse del lado de los que buscamos tener un logro internacional”, reclamó.
En ese sentido, añadió: “Tenés un torneo de 26 equipos y 12 de ellos juegan torneos internacionales. La diagramación de la Libertadores está por encima de cualquier liga local. Jugar cada 48 horas es imposible en cualquier circunstancia. Son cosas que tienen que estar diagramadas de antes. Que Arsenal, por ejemplo, juegue cada 48 horas no tiene sentido, lo castigamos. Se rompe la cabeza el cuerpo técnico porque hay que buscar para arriba, para abajo, es muy difícil. Es un contexto que no tiene que existir en el fútbol argentino. Los torneos tienen que tener márgenes lógicos y naturales para competir, con horarios de descanso”.
“Yo sé que estamos en pandemia y cuesta todo. Los futbolistas necesitan descanso y los cuerpos técnicos tiempo. Los viajes ahora son más complejos, las horas aumentan con los hisopados y todo lo que implica convivir con el covid. Los futbolistas son humanos, es un estrés muy alto. Es completamente distinto a como era antes de la pandemia, son cosa a evaluar y a tener presentes”, finalizó.
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