Cada vez que un joven mexicano destaca dentro de la Liga MX se desata el debate a las primeras de cambio, con razón o no, sobre si debe apurar sus opciones para irse a jugar al futbol europeo.
Tal es el caso de José Juan Macías, que si bien no está teniendo el mejor de sus torneos con Chivas, sigue teniendo los reflectores al ser posible “producto de exportación” al viejo continente.
Me da la impresión de que el chaval no está totalmente consolidado en primera división y, por ende, le falta el famoso “cinco para el peso” para pensar en dar el salto de calidad en su novel e incipiente trayectoria dentro del profesionalismo.
Como dicen por ahí “Sin prisa, pero sin pausa”, Macías debe primero recuperar la titularidad en su equipo y después responder con goles a las expectativas depositadas en él y por él.
Que se vea en el espejo de sus compatriotas Edson Álvarez y Diego Lainez, quienes a la primera de cambio y con varias facetas en su juego por pulir, volaron a Europa y, tras 2 años en Países Bajos y España, sufren en demasía por tener minutos con el Ajax y Betis, respectivamente.
Otro aspecto que puede dificultar su salida es el precio de venta que le ponga el Guadalajara. Debido a la crisis económica por el Covid, que azota al mundo y por ende a los equipos de futbol, pagar más de 10 millones de euros por José Juan parece poco probable.
El tema es puntual porque con ese mismo dinero los visores o scouts europeos pueden comprar un argentino y un brasileño, que nos guste o no, tienen mejor cartel que los mexicanos.
En mi humilde opinión, creo que Sebastián Córdova, César Montes y Carlos Rodríguez se caen de maduros para dar el salto y además sin trabas por parte de América y Monterrey a la hora de hacer el negocio.
Estaremos atentos a lo que pase con José Juan Macías, quien no debería ver con malos ojos permanecer con Chivas otro torneo para consolidarse y, ahora sí, en el 2022, con el Mundial de Qatar en el horizonte, cumplir el sueño de jugar en una liga de mayor envergadura.
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