Cuando se habla de los grandes triunfos del boxeo mexicano, muchos recuerdan la victoria de Salvador Sánchez sobre Wilfredo Gómez, la de Julio César Chávez sobre Meldrick Taylor y el nocaut de Juan Manuel Márquez ante Manny Pacquiao, y está bien. Sin embargo, deberíamos incluir sin lugar a dudas el triunfo que hace 20 años protagonizó Marco Antonio Barrera sobre Naseem Hamed.
Muchas podrían ser las razones por las que algunos fanáticos no reconocen ese triunfo, que si en vivo sólo pasó en pago por evento en México, que si Barrera no gozaba de la atención mediática de otras figuras del boxeo mexicano, que si todos creían que Marco iba a ser una víctima más del gran Hamed, pero también hay razones para creer que ese triunfo tiene la capacidad de ser considerado entre los grandes.
Ricardo Maldonado Jr., entonces promotor de Marco Antonio, cree que a Barrera, y también a Érik Morales, les afectó la depresión en la televisión abierta en México por el boxeo. “Tanto Barrera como Morales se forjaron en la ausencia de la televisión abierta mexicana. Sus peleas las vieron más en Estados Unidos que en México”, destacó el promotor.
En las apuestas, Barrera estaba abajo 3 a 1. El año anterior venía de perder ante Érik Morales y además iba subiendo de división tras una sólida campaña en peso súper gallo. Hamed venía de ganar 15 peleas de campeonato mundial en fila, incluyendo combates ante rivales como Manuel ‘Mantecas’ Medina, Kevin Kelley, Wilfredo Vázquez, Wayne McCullough y César Soto. El récord de Marco era de 52-3 con 28 nocauts y el de Naseem de 35-0 con 31 nocauts a la hora de sonar la campana.
“Nadie creía que Marco podía ganar”, recordó Maldonado. Y Barrera, que se sabía con todo en contra, no tuvo de otra más que echarse hacia adelante y ejecutar la estrategia que había fraguado con ‘Rudy’ Pérez en el gimnasio. Y así se fueron, respondiendo cada golpe, atacando cada maña con su respectiva artimaña, pero siempre tratando de ser más en todo, en lo físico, en lo técnico, en lo mental.
En juego estaba el campeonato lineal de peso pluma y Barrera brilló, aguantó la poderosa pegada de Hamed, estuvo cerca de enviarlo a la lona, le metió, uno, dos y hasta tres jabs en fila. Incluso, alguna vez lo empujó contra el esquinero como a veces hacen los policías sobre sus sospechosos mientras Joe Cortez hacía lo posible por mantener el orden en el ring del MGM Grand. Al final las tarjetas fueron para el orgullo de Iztacalco tras 12 episodios por 115-112, 116-111 y 115-112, tumbándole el invicto a Hamed.
“Sin duda debió ser esa mi mejor pelea en el ring”, recordó Barrera hace unos días en charla con ESPN KNOCKOUT. Y sí, fue su triunfo más importante. Después de eso, Barrera se consagró como uno de los mejores libra por libra.
Barrera cobró venganza a Morales, venció también a Enrique Sánchez, Johnny Tapia y Kevin Kelley, antes de chocar con Manny Pacquiao por primera vez, mientras que Naseem peleó una vez más, un año después, y no volvió más al ring. Ya ambos están en el Salón de la Fama.
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