Germán Adrián Ramón Burgos se convirtió, en apenas dos semanas, en uno de los personajes más observados de la Copa de la Liga Profesional. El excéntrico ex arquero y ex ayudante de campo de Diego Simeone asumió la dirección técnica de Newell’s y no pasa inadvertido. En el empate 2-2 entre la Lepra y Huracán en el Coloso Marcelo Bielsa, el entrenador sorprendió un una picardía que casi logra impedir la igualdad del Globo.
El elenco rosarino se imponía 2-1 y el Mono ya saboreaba el primer triunfo de su era, cuando hubo una acción que le resultó injusta: reclamó un empujón a uno de sus futbolistas, que terminó contra uno de los carteles de publicidad. “¡Es falta! ¿Cómo se va a caer solo contra el cartel?”, protestó airadamente ante el cuarto árbitro, pero el juez Fernando Rapallini entendió que no hubo infracción.
Acto seguido, cuando el balón se dirigía hacia su área, atronó un sonido símil silbato que desorientó a los jugadores de ambos equipos. Sin embargo, Cristian Núñez ingresó por el segundo palo y convirtió el 2-2 a los 87 minutos del partido.
“¿Fue un silbato?”, se empezaron a preguntar los propios futbolistas y allegados en el campo, entendiendo que tal vez se le había escapado a Rapallini. Pero no. Las cámaras de la transmisión captaron que en realidad fue el propio Burgos el que imitó el sonido con una precisión sorprendente y confundió a todos los presentes en el Parque de la Independencia.
De todos modos, no logró cumplir con su cometido. Newell’s volvió a empatar, más allá de haber mostrado una mejoría en su rendimiento. “Felicito a los jugadores por el esfuerzo que están haciendo, la verdad es que da gusto ver cómo pelean, han entendido que éstas son finales, que tenemos que salir adelante”, señaló, ya en el vestuario.
“En las dos semanas que llevamos acá, hay un cambio para bien en el equipo. Se lo encuentra sólido y realmente con esperanzas de que todo mejore. Cuantos más días de trabajo acumulemos, con entrenamientos, para que nos conozcamos, mucho mejor”, agregó.
No fue la primera vez Burgos apeló a su silbido-silbato desde el banco de suplentes. En 2013, en ocasión de un cruce entre el Atlético Madrid y Barcelona, emuló el sonido y provocó que se desorientara Neymar en un ataque. La situación generó las protestas del Tata Martino, entonces orientador blaugrana.
“Voy a contar un secretillo sin que se incomode el Mono Burgos. Apostaría fuerte que fue él quien imitó el pitido del árbitro cuando Neymar se quedó parado al oírlo”, reveló entonces Xavi Aguado, ex Zaragoza y comentarista, quien había visto en vivo y en directo la habilidad del ex guardameta para imitar un silbato. Pues bien, el truco ya hizo su desembarco en el fútbol argentino.
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