Santiago Baños no es un nombre que se reconozca mucho más allá de las fronteras del futbol mexicano. Es el presidente del Club América y antes fue director de selecciones nacionales de la Federación Mexicana. Un personaje importante en México pero no mucho más allá. Digamos que Baños no pararía el tráfico lejos de Coapa. Unas declaraciones recientes sí hicieron que se escuchara mucho su nombre, lejos de suelo azteca.
Como presidente de uno de los clubes más grandes de la región, Baños destrozó con palabras a la competencia de clubes más relevante de CONCACAF, la Liga de Campeones. Teledirigido por intereses superiores que buscarían la vuelta de los clubes mexicanos a competencias sudamericanas, como la Libertadores, Baños dijo que CONCACAF “no deja nada y cuesta por los clubes aportan en viajes, hoteles y el premio deportivo no va en relación con el torneo. Económicamente no hay nada”.
“No es secreto y todos queremos volver a Libertadores y lo hemos visto. Es un torneo de otro nivel. Nos encantaría regresar por deportivo y económico”, dijo además el presi de las Águilas. Eso último sería lo más importante: lo económico. Ganar una Libertadores puede significar un ingreso total cercano a los US$22 millones.
La Liga de Campeones de CONCACAF podría aportarle al último campeón del torneo, a Tigres, una bolsa de US$780,000 por su triunfo. La competencia de clubes de la CONCACAF premia poco, en lo económico, pero en lo deportivo otorga boleto para el Mundial de Clubes. Ese no es un mal juguete si te lo encuentras al reventarse la piñata. El menosprecio de Baños a la Liga de Campeones de CONCACAF no es carente de argumentos. Pero todo eso estaría a punto de cambiar.
Hace unas semanas se anunció que el formato de competencia de la Liga de Campeones de la CONCACAF se modificaría a partir de la temporada 2023/24. Esta nueva dinámica dividirá a la región en tres grupos: 20 equipos de Norteamérica, 20 de Centroamérica y 10 del Caribe. En esa fase inicial aumentaría el incentivo deportivo para los equipos mexicanos al tener cruces frecuentes ante sus pares de la MLS. CONCACAF ha comenzado la comercialización de este nuevo formato con lo que se espera que anuncien un crecimiento sustancial a los ingresos de cada club.
Cuando se conozcan las cifras del nuevo formato lo números harán que, por lo económico, también tenga mucho sentido apreciar la competencia regional. Así Baños y varios otros dirigentes de clubes en México se quedarían sin fundamento para cuestionar la competencia de clubes a la que se deben por la región deportiva a la que pertenecen.
Habrá otro, sino varios, puntos a favor de la Liga Campeones de CONCACAF y su nuevo formato. El acceso al Mundial de Clubes, por ejemplo. La idea de una versión expandida de la competencia de clubes que organiza FIFA se habría revitalizado desde Zúrich y puedo decir que FIFA considera que el nuevo Mundial de Clubes se juegue en Norte América en el 2025, un año antes del Mundial que organiza el territorio y serviría como una puesta a punto para la estructura que monta esa Copa del Mundo. CONCACAF sería sede de ese primer Mundial de Clubes con 24 equipos. De las tres plazas originalmente designadas, CONCACAF sumarían una más por ser locales. Bien podrían ser los dos finalistas de las temporadas 23/24 y 24/25.
Las ventajas de una infraestructura de garantías y lo apetecible que es el mercado estadounidense para los grandes clubes europeos hacen que FIFA arranque esta discusión. En enero de este año todas las confederaciones se unieron en apoyo al Mundial de Clubes en su actual formato y también en el sugerido nuevo formato.
UEFA también plantea una nueva fórmula de competencia para la Champions League, con más ingresos para los clubes, como también lo quiere CONCACAF. Lo de UEFA derrite la creación de mentada Superliga Europea y fortalece el control del organismo en el fútbol de clubes. Lo de CONCACAF plante silenciar opiniones como la del presidente del América. Santiago Baños podrá no ser un nombre que se conozca mucho fuera de México, pero lo que dice seguramente ha sido escuchado en las oficinas de CONCACAF en Miami.
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